En septiembre de 2025 se llevará a cabo un eclipse solar épico, considerado uno de los grandes eventos astronómicos de la década. Un fenómeno natural que promete despertar la emoción de expertos y curiosos, siendo un espectáculo que no te puedes perder.
Este eclipse no solo captará la atención de quienes disfrutan de observar el cielo, sino que también despierta interés por sus posibles efectos en la naturaleza. En MILENIO te contamos cómo incluso los animales pueden reaccionar ante este impresionante suceso.
¿Habrá un eclipse solar?
El 21 de septiembre de 2025 ocurrirá un eclipse solar parcial, según el calendario de la NASA, siendo el último eclipse solar del año. Este eclipse sólo será visible desde algunas regiones del mundo: Australia, la Antártida, y zonas extensas del Pacífico y Atlántico.
Un eclipse solar parcial se da cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, pero no hay alineación perfecta, por lo que sólo una parte del Sol queda cubierta. En México no será posible ver este fenómeno de forma directa, pero sí se podrá seguir vía transmisiones en vivo o por medio de observatorios astronómicos.
¿A los animales les afectan los eclipses?
Un estudio de National Geographic revela que los animales reaccionan de manera diversa a un eclipse solar. Algunas especies adoptan comportamientos nocturnos con la oscuridad repentina, mientras que otras no se ven afectadas y continúan con sus rutinas diurnas.
Las reacciones varían entre animales de granja, mascotas y especies silvestres. Su comportamiento está influenciado por sus instintos naturales y su entorno, mostrando una compleja adaptación a los cambios inesperados en su hábitat.

¿Cómo reaccionan diversos animales?
En las zonas agrícolas, es normal ver a las vacas y otros animales de granja dejar de pastar y regresar a sus corrales. Esta reacción se produce porque la oscuridad inesperada altera su percepción del tiempo, haciéndoles creer que es de noche.
Se ha documentado que ciertas especies, como pájaros y ranas, alteran sus patrones habituales. Estos animales comienzan sus rutinas nocturnas, pues confunden el eclipse con el anochecer y responden de acuerdo con sus instintos.
Las mascotas, como perros y gatos, pueden sentirse asustados o nerviosos. Su reacción no se debe al eclipse, sino al cambio de luz repentino que rompe su rutina diaria, lo cual les causa confusión y, en algunos casos, ansiedad evidente.
Por otra parte el estudio también revela que con respecto a los animales salvajes es más complejo documentar sus reacciones sin embargo se pueden ver en algunos zoológicos aunque la similitud no sea igual.
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