Integrantes de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso del estado de Guanajuato apoyan el mando único en Cortázar; sin embargo, hicieron un llamado a fortalecer policías municipales para que el crimen no atraiga a los elementos de seguridad pública.
Erandi Bermúdez, presidente de la comisión de seguridad, opinó que hay que revisar las experiencias exitosas en mando único para replicarlas, luego de que en Cortazar cuatro elementos de policía fueron detenidos por la Fiscalía General del Estado por presuntamente participar en la desaparición de personas y entregarlas a un grupo delictivo.

"Si en Cortázar este modelo puede ayudar a que los ciudadanos estén en paz y tranquilos, habrá que explorarlo y, si se tiene que hacer, que se haga", declaró.
Por su parte, el diputado Alejandro Arias Ávila señaló que el mando único puede ser un paso positivo hacia la erradicación de la contaminación del crimen organizado en las policías municipales, pero debe ir acompañado de medidas estructurales más amplias para evitar que se infiltren o contaminen corporaciones; incluso comentó que hay sospechas de que Cortazar no sea el único caso.
"Si hay un problema grave ahí, la intromisión del crimen organizado con las policías municipales, pues es una constante no solo en este municipio, sino que hay sospechas de varios municipios. En el estado hay seis municipios que tienen el mando único; cinco, se entiende que es porque no tienen la capacidad de tener una policía municipal, pero uno es Juventino Rosas, que es vecino de Cortázar, que tenía una problemática muy similar de contaminación de su policía municipal", dijo.

Cortazar es parte de la Zona Laja Bajío, una región que documenta la presencia del Cártel Santa Rosa de Lima. Además, colinda con Celaya, municipio en el que en menos de un mes han asesinado a 3 agentes de tránsito e incluso el alcalde Juan Miguel Ramírez Sánchez declaró que ya se indaga qué pasa al interior de la corporación.
Arias Ávila llamó a ser cuidadosos de no abusar del mecanismo de mando único, de hacerlo parecer como la única solución a la inseguridad o a la intromisión del crimen organizado en las policías municipales. En su opinión, aplicar este mecanismo debe ser la última opción.
También exhortó a hacer una revisión de las características y detalles particulares de las corporaciones de seguridad de los municipios, pues opina que, con un buen sueldo, buenas condiciones laborales, con prestaciones y todo el armamento necesario para que los policías hagan su trabajo, es más difícil que el crimen les atraiga; pero si las condiciones no son ideales, el crimen puede contaminar la corporación.