Los baches son el eterno problema sin solución en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Tan es así, que superan a la seguridad como principal preocupación de la ciudadanía, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A pesar de las millonarias inversiones que los municipios hacen cada año para repararlos tras la temporada de lluvias, las calles vuelven a deteriorarse con rapidez por la acumulación de agua, el desgaste del asfalto y las soluciones superficiales.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), publicada en junio, revela que para 82.9 por ciento de la población los hoyos en calles y avenidas son el principal problema de su ciudad, por encima incluso de la inseguridad y el alumbrado público.
“Es un tema que va a seguir mientras tengamos pavimentos que ya están viejos”, explicó Pedro Limón Covarrubias, ingeniero civil, académico y comisario del Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Jalisco.
El asfalto pierde flexibilidad y cohesión, y con el agua y la presión de los vehículos termina por abrirse y generar baches de dimensiones considerables.
“El agua se queda ahí, encharcada, y con el neumático, cuando circula, inyecta como una presión; entonces, empiezas a engranarlo y empieza a salir el bache”.
Transporte de carga agudiza el problema de baches
La ausencia de un plan integral que regule el transporte de carga pesada también influye en el problema, advirtió Adriana Inés Olivares González, coordinadora de proyecto de movilidad y espacio público de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
“Si nosotros no definimos exactamente por dónde van a ser las rutas por las que va a circular el transporte de carga, pues entonces no sabemos en qué calles o avenidas vamos a poner esta capacidad de carga en los concretos, y eso es un punto inicial”.
Otro aspecto que incrementa el deterioro de calles y banquetas es el crecimiento acelerado de los fraccionamientos en la periferia, sin un modelo de movilidad eficiente.
“Estamos generando una ciudad que depende del automóvil para desplazarse, pero esto porque también los ayuntamientos están dando permisos de urbanización”.
Los millones de pesos destinados a programas de bacheo municipales no han sido suficientes. Los reportes ciudadanos no cesan y, por el contrario, muestran un repunte en los últimos años.
De acuerdo con información obtenida vía transparencia por MILENIO, entre 2020 y agosto de 2025 los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá han destinado cientos de millones de pesos a la reparación de calles; sin embargo, las cifras de quejas de la ciudadanía evidencian que el problema sigue sin resolverse.
Guadalajara, la capital del bache
En la capital jalisciense, de enero a agosto de 2025 se han recibido 2 mil 247 reportes por baches. La mayoría ingresó a través del chatbot GuaZap (mil 629), mientras que otros llegaron vía telefónica (324), atención ciudadana (143) o redes sociales (16).
Solo una persona acudió de manera presencial a interponer su queja.
El comparativo anual muestra la magnitud del problema: en 2022 se registraron 6 mil 171 reportes, en 2023 bajaron a 5 mil 361 y en 2024 repuntaron a 6 mil 028.
En materia de gasto, Guadalajara ha recurrido a empresas privadas. En 2021 contrató a Yuhcoit S.A. de C.V. por 25 millones 997 mil 678.72; en 2024 realizó tres contratos: uno con Yuhcoit S.A. de C.V. por un monto de 24 millones 235 mil 467 pesos y dos con Proyectos y Construcciones CUPE S.A. de C.V. por un millón 158 mil 666 pesos, que en conjunto superaron los 3.8 millones de pesos. En 2025 no se han firmado contratos externos.
En cuanto a la operación, la Dirección de Pavimentos explicó que las intervenciones se programan diariamente con base en los recursos disponibles, y que el tiempo promedio de atención es de 48 horas en avenidas principales y hasta 12 días en calles secundarias. Los materiales empleados incluyen mezcla asfáltica en frío, mezcla caliente, piedra, brasa y adoquín.

Las colonias más atendidas en 2024 fueron Americana, reconocida como el barrio más cool de la ciudad, Centro, Comercial de Abastos, La Perla, Lagos de Oriente, Moderna, San Andrés, Santa Elena de la Cruz, Santa Teresita y Talpita. La lista ha cambiado este año, encabezada por El Santuario, Esteban Alatorre, Jardines de San Francisco, Benito Juárez, Lomas del Gallo, Cuauhtémoc Popular, Providencia Segunda Sección, Santa Elena de la Cruz, Libertad y Miravalle Octava Sección.
Zapopan dispara el gasto para acabar con los baches
En los últimos cinco años, los zapopanos han presentado 33 mil 755 reportes por baches. Solo en lo que va de 2025, entre enero y el 11 de agosto, se han recibido 4 mil 552 denuncias. La mayoría ingresó mediante el chatbot GuaZap (mil 773), seguido de reportes presenciales (mil 898) y vía la línea 24/7 (881).
El año más crítico fue 2024, con 9 mil 968 reportes, seguido de 2022, con 9 mil 378. En contraste, 2021 registró apenas 2 mil 204 quejas.
Estos números llaman la atención frente a la inversión destinada al bacheo: millones de pesos ejercidos entre 2020 y 2025, todos de origen federal. El gasto pasó de 84 millones 212 mil 523 pesos en 2020 a un pico de 237 millones 155 mil pesos en 2024, mientras que en 2025 ya se han ejercido 56 millones 195 mil hasta agosto.
La Dirección de Transparencia municipal señaló que los materiales empleados dependen de la obra: mezcla asfáltica en frío a granel, mezcla en costalito, mezcla caliente, piedra y adoquín. También aclaró que la Coordinación General de Transparencia solo canaliza los reportes al área correspondiente.
El contraste es evidente: a mayor gasto, no necesariamente hay menos baches. De hecho, el año con más recursos, 2024, fue también el de más reportes ciudadanos.
Baches en Tlaquepaque, cuento de nunca acabar
En el municipio se observa un comportamiento más estable, aunque con colonias que repiten año con año en la lista de mayor intervención. En lo que va de 2025, el municipio acumula 297 reportes, mientras que en 2024 cerró con 366; un año antes concluyó con 363 y 2022 con 133 reportes.
El ayuntamiento informó que este año las colonias con más atención fueron Paseos del Prado, Revolución, Las Huertas, Loreto, Miravalle, Parques de Santa Cruz del Valle, Balcones de Santa María, Cerro del Cuatro, Villa Fontana y Hacienda San José. Varias de ellas ya figuraban en los reportes de 2024, como Parques de Santa Cruz del Valle, Las Huertas, Villa Fontana y Loreto, lo que refleja que los trabajos realizados no garantizan una solución duradera.
En cuanto a intervenciones de bacheo, el municipio realizó mil 610 en 2020; mil 260 en 2021; mil 770 en 2022; mil 760 en 2023 y mil 058 en 2024. Este año suman 600 intervenciones.
Los materiales utilizados son asfalto frío o caliente, emulsión y piedra. No obstante, las autoridades admitieron que el tiempo promedio de atención no está definido, pues depende de las condiciones climáticas y del flujo vehicular en cada zona. También señalaron que la dirección encargada del bacheo no está autorizada para contratar empresas externas.

Tonalá sufre por respuesta limitada
Este año ha recibido 241 reportes ciudadanos, pero el temporal no ha terminado. En 2024 registró 293 reportes y un año antes 229, cifras inferiores a las de 2022, cuando sumaron 664. Aunque el número parece menor respecto a otros municipios, la capacidad de respuesta también es limitada.
De enero a julio de este año, el municipio realizó 586 intervenciones, con enero como el mes más crítico (136). En contraste, en el mismo periodo de 2024 se habían realizado mil 093 intervenciones, casi el doble.
Los materiales empleados incluyen concreto asfáltico caliente con grava de tres cuartos y medios a finos, y para empedrados arena, piedra y polvillo. En cuanto a costos, la Dirección de Obras Públicas reconoció que no es unidad generadora de esa información.
La autoridad municipal aseguró que el tiempo de atención promedio es de 72 horas, aunque puede variar por clima, materiales o carga de trabajo.
¿Soluciones definitivas o es sólo temporal?
El panorama general evidencia una constante: los baches no desaparecen pese al gasto millonario. La situación también abre preguntas sobre la calidad de los materiales empleados y la planeación de las obras.
Si en Zapopan el año con más gasto coincidió con el de más reportes, y en Guadalajara colonias “intervenidas” vuelven a estar en la lista al año siguiente, ¿se está parchando el problema o realmente se está reparando?
Según Pedro Limón Covarrubias, un pavimento bien diseñado y con materiales adecuados puede durar entre ocho y diez años. Sin embargo, la falta de planeación y la mala calidad en las mezclas acortan su vida útil.
Muchas veces no se elige bien el asfalto ni el agregado. Si la mezcla no es la correcta, el bache reaparece en cuestión de meses: “Desde que sale una fisura, hay que sellarla para que no penetre el agua, desde que sale un pequeño bache, bachearlo para que no nomás genere incomodidad al usuario, sino para que no genere más deterioros al lado de él”.
Otro de los factores críticos es la colocación. A veces, por presión de tiempo o por la llegada de lluvias, las obras se ejecutan en condiciones poco favorables. No es lo ideal, pero se echa la mezcla para no dejar el hueco abierto. Eso provoca que al poco tiempo vuelva a fallar.
“Hay vialidades que sí son más recurrentes a posibles daños continuos, que se bachean este año, y al siguiente otra vez se tiene que bachear en la misma zona, en el mismo bache”, dice el especialista.
Además, no todos los problemas están en la superficie. Hay zonas donde el daño viene desde capas más profundas. Aunque se tape arriba, si no se atiende el origen, el mismo bache se va a repetir cada año en el mismo punto.

El impacto no solo es económico para los gobiernos municipales, sino también para los ciudadanos. Más allá del costo de tapar un bache, está el gasto que genera a la sociedad: vehículos dañados, tiempo perdido en reparaciones y molestias en colonias enteras.
El bacheo, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, sigue siendo un gasto millonario con resultados cuestionables. Un pendiente histórico que, año tras año, no han sabido resolver.
Alistan “radar de baches”
En un trabajo conjunto con el ayuntamiento de Zapopan, el Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco trabaja en un proyecto pionero para cambiar la forma en la que se atienden los baches.
La propuesta consiste en un radar de puntos que requieran intervención, con muestreos técnicos y pruebas de laboratorio en distintos puntos de la ciudad para conocer las características del pavimento, su antigüedad y el comportamiento de las mezclas. Esa información sería procesada por un sistema de inteligencia artificial que permitiría anticipar dónde es más probable que aparezcan baches.
“Queremos construir algo parecido a un radar que alerte a los municipios y a los usuarios sobre qué vialidades requieren intervención”, explicó el comisario del Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Jalisco.
Con esta herramienta se pretende pasar de un esquema reactivo, donde se tapa el bache una vez que ya dañó los vehículos, a uno preventivo, que permita programar mantenimientos antes de que la carpeta asfáltica colapse.
El primer municipio en sumarse es Zapopan, que ya ofreció facilidades para iniciar las pruebas este mismo año. A partir de ahí se busca replicarlo en Guadalajara, Tlajomulco y Tlaquepaque, porque el usuario que circula en una vialidad no distingue fronteras municipales.
A futuro, la idea es que el radar funcione como una plataforma web o aplicación móvil, en la que se actualice de manera periódica el estado de las vialidades. El especialista subrayó que este tipo de iniciativas requieren voluntad y un compromiso más estrecho entre las autoridades municipales y el Colegio.

Para Olivares González, la problemática de los baches y del deterioro del espacio público no puede analizarse de manera aislada, sino en conjunto con el modelo urbano y la planeación de la movilidad. Si se quiere tener una ciudad más sostenible, se necesita planificar el transporte: “La movilidad activa en bicicleta, caminando, o sea, tenemos que verlo todo como un sistema integrado junto con las urbanizaciones nuevas que se están aprobando”.
La académica concluyó que la solución no pasa únicamente por reparar baches, sino por una estrategia integral que supervise la calidad de los pavimentos, regule la circulación de carga pesada y apueste por un modelo de ciudad menos dependiente del automóvil.
Mientras tanto, los automovilistas se enfrentan cada día a los baches que no dejan de aparecer.
OV