Debido a la pandemia provocada por el covid-19 y la nueva modalidad del trabajo en casa (home office), las alteraciones del sueño han ido en incremento, con lo cual se presenta un alza de la ansiedad y el estrés.
Marco Tulio Garza González, neuropsicólogo, docente e investigador de la Facultad de Psicología (FaPsi) de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), indicó que “el insomnio es la madre de la ansiedad”.
Al no dormir bien, dijo, la gente anda de mal humor, cansada, falta de atención, improductiva y con la posibilidad de sufrir accidentes laborales.
En relación al insomnio, explicó, un tercio de la población lo padece y hay 3 tipos: el inicial, el intermedio, y el terminal.
El inicial es cuando se batalla para dormir pero una vez que la persona se duerme ya no se despierta, el intermedio el que logra dormir pero se despierta a las 3 de la mañana “con mucho estrés”, y el terminal, que está relacionado con la tercera edad.
El insomnio, indicó, es un evento psicobiológico, no es una enfermedad mental pero se trata con medicamentos, con cuestión psicológica, entre otras formas.
“Hay que cuidar los hábitos del dormir, el insomnio te va a afectar los niveles de atención y puede haber accidentes laborales o una baja de productividad”, recalcó.
En relación al home office, el investigador manifestó que el condicionamiento que existe de que la cama es para dormir se te está viendo alterado al estudiar, trabajar o comer en la cama. Por lo cual, cuando llega la hora de dormir el cuerpo no está preparado para ello e inician las dificultades para poder descansar, y al no lograrlo de manera correcta aparece una situación de hiperreactividad que deja al cuerpo muy agotado, debido a la ansiedad.
“La ansiedad es un exceso de futuro, catastrófico, y el organismo tiene respuestas reales a algo que ni siquiera ha pasado y ni te va a pasar”, señaló.
Algo clave para evitar estas alteraciones del sueño y del insomnio, compartió es caminar mínimo 20 minutos, hacer ejercicios de respiración antes de dormir, y consumir alimentos como carnes y lácteos, entre otros.
Para las personas que no están superando este problema, detalló, se puede acudir con un psicólogo, a los centros de salud, o a la Unidad de Servicios Psicológicos de la FaPsi, donde se pueden atender “este tipo de situaciones”.
“A causa de la pandemia y al home office, muchos horarios se han volteado y con los horarios que se voltean se alteran los ciclos de dormir vigilia”, puntualizó.