Luego de esperar por más de un año la vacuna contra el covid-19 la mayoría de las personas privadas de su libertad en el Estado de México recibieron la primera dosis del fármaco AztraZeneca. Cabe mencionar que en junio vacunaron únicamente a la población de sectores vulnerables, por lo que hoy se aplicó al resto.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), el Gobierno de México autorizó y entregó 31 mil 161 dosis de la vacuna de AstraZeneca para los internos que se encuentran en los 21 Centros Penitenciarios y de Reinserción Social en suelo mexiquense.
En el penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, se aplicaron más de tres mil vacunas para la población femenil y varonil, vacunas que llegaron en punto de las 09:00 horas; sin embargo, la aplicación comenzó después de las 10 tras finalizar los registros de los internos bajo proceso y sentenciados.
Martha
A pesar de que algunos internos por razones personales se negaron a recibir el fármaco para Martha es una oportunidad de vida, pues no quiere morir dentro de las celdas, por lo que gustosa aceptó la inyección.
Martha tiene 42 años y ya lleva 12 años y medio bajo proceso por los delitos de secuestro y delincuencia organizada; a pesar de todo este tiempo, todavía no se comprueba su responsabilidad y aún no recibe sentencia.
Afuera en el estado de Morelos tiene tres hijos que la espera y por quienes lucha por salir de prisión. Por cuestiones de dinero, sus hijos no la han podido visitar en el penal mexiquense desde hace tres años, por lo que ella teme que el virus le arrebate la vida antes de volver a verlos. “Me contagié cuando empezó la pandemia y sí me sentí bastante mal y sentí que me iba a morir”.
Por ello aceptó recibir la primera dosis de la vacuna y consideró que es una nueva oportunidad de vida y de luchar por regresar a casa y volver a ver a reunirse con su familia.
Miguel
Miguel lleva dos años y ocho meses en este penal por delitos contra la salud y tampoco ha recibido sentencias. Para él ha sido difícil vivir la pandemia al interior del penal, ya que ha visto a compañeros enfermarse y ser aislados. “De hecho nos enteramos de que varios compañeros del penal habían tenido síntomas y los estuvieron aislando del resto de nosotros”.
Otro martirio es no poder ver como antes a su familia, pues al principio de la pandemia restringieron la visita familiar; posteriormente, las medidas para el ingreso -dijo- fueron exageradas. “Lo más difícil es que se suspendió la visita familiar unos meses y después se regresó paulatinamente, pero ya no fue lo mismo”.
Recibir la vacuna para él fue importante, pues representa un avance contra el virus y que en un tiempo no muy lejano las cosas vuelvan a la normalidad para su familia allá afuera; y para él, dentro del penal.
Penal Neza Bordo
El Centro Penitenciario y de Reinserción Social Neza-Bordo abrió sus puertas a una caravana de personal médico del Instituto de Salud del Estado de México para iniciar el proceso de vacunación de más de 4 mil personas privadas de la libertad.
La fila era larga, rodeó uno de los patios principales del penal para que los internos ingresaran por la pequeña puerta del Centro Médico; ahí las enfermeras y enfermeros colocaron mesas para preparar el biológico de AstraZeneca e inmunizarlos.
Marco Antonio "N" llegó a formarse, esperaba este momento desde hace varios meses para seguir cuidando de su abuela que padece diabetes y pertenece al sector de mayor riesgo de complicaciones por el Sars-Cov2, pero nunca imagino que sería inoculado dentro de un penal.
Hasta hace cuatro meses se desempeñaba como agente de tráfico aéreo en una aerolínea en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, de un momento a otro su vida dio un giro y hoy enfrenta un proceso penal por su probable participación en el delito de robo de vehículo.
"Gracias a Dios estoy vacunado, mi abuela ha sufrido mucho por todo lo que estamos pasando y ya lo que quería era vacunarme porque quiero salir, estar bien para seguir con ella y no arriesgarla, ella también ya está vacunada", dijo.
Algunos otros le temen a las agujas pero decidieron vacunarse por las más de 288 mil 700 personas que han perdido la batalla contra el virus en México.
"Algunos familiares ya partieron por lo mismo y por eso le comento, afortunados en este lugar que ya nos la aplicaron, perdí a mi tío, el estuvo en el Hospital de los Venados y ahí murió", aseguró uno de los internos, quien enfrenta un proceso por el delito de feminicidio.
En la fila también había algunas personas con enfermedades crónico degenerativas, quienes no recibieron la vacuna de Cansino hace unos meses, la mayoría por complicaciones en su salud.
En el Centro Penitenciario y de Reinserción Social Neza-Bordo hay una población de más de 5 mil internos, en la primer jornada de vacunación se estima que más de 500 recibieron la dosis única del biológico de Cansino; en esta jornada serán vacunados alrededor de 4 mil 400, mientras el resto es población nueva que pudo vacunarse en libertad.
KVS