Ciencia y Salud

Olvidar nombres, cosas o personas: ¿cuándo es señal de problemas de deterioro cognitivo?

De acuerdo con la neurocientífica Ana Natalia Seubert al recordar entran en juego diversos procesos cognitivos en los que se decide que se guarda o no en los archivos de la mente.

Lo que pasó una vez se borra fácilmente de la memoria. No hay espacio en la mente para recordar cada detalle de cada día, por lo que el cerebro selecciona, de forma recelosa, cada nueva huella que se forma en la memoria.

¿Qué pasa entonces cuando de repente, buscando en los archivos cerebrales desaparece el nombre de un buen amigo, una dirección conocida o el lugar en donde se encuentran las llaves? ¿Cuál es la diferencia entre un desliz en la memoria y el deterioro cognitivo? De acuerdo con Ana Natalia Seubert Ravelo doctora en Psicología en el campo de Neurociencias de la Conducta por la UNAM, hay algunas señales a tomar en cuenta.


¿Cómo funciona la memoria?

Para recordar se despliegan diversos procesos cognitivos  que, sólo a nivel cerebral, dependen de diversas estructuras, entre ellas y de forma particular, un área ubicada en una parte profunda del cerebro llamada hipocampo.

Ahí nacen los pequeños datos que permiten a las personas evocar información. Sin embargo, y como explica la especialista en una entrevista con MILENIO, para que un recuerdo se consolide se requieren diversas condiciones.

“El vínculo con la emoción es muy importante para que el recuerdo se consolide. Pero hay otras cosas que también hacen que nosotros recordemos mejor algo que hayamos vivido o que estamos intencionalmente intentando aprender y es cuántas veces repitamos esa información”, explica.

Asimismo, hay técnicas que permiten retener información por más tiempo, como por ejemplo, las mnemotecnias. Además, la genética y las condiciones de vida también entran en juego. En conjunto, más de un factor interfiere en qué tan fuerte es o no un recuerdo.

Sin embargo, aún con todo ello, el olvido no solo es inevitable sino también necesario.

De acuerdo con la neurocientífica Ana Natalia Seubert al recordar entran e juego diversos procesos cognitivos en los que se decide que se guarda.
Extraviar algunos objetos no necesariamente es señal de un problema en la memoria | Especial

“Es normal en todos que la información que no tiene mucha relevancia o que no repetimos con el tiempo se vaya desvaneciendo (...) Si yo no me dediqué a cosas relacionadas con física o química, probablemente ahorita no tengo ni la menor idea ¿Por qué? porque nunca las volví a utilizar y porque no tenían un componente emocional para mí. Este tipo de desvanecimiento es normal”, detalla.

¿Cuándo deja de ser normal y hay un problema de memoria?

A pesar de lo que se cree, la edad no es un factor que por sí mismo incentive la pérdida acelerada de recuerdos. De hecho, esta idea resulta peligrosa.

“La edad no tiene por qué causar un declive significativo de las capacidades de memoria en un adulto mayor. Esto es muy importante porque algo que vemos mucho en personas con demencia es que llegan a la clínica cuando el problema es sumamente grave”, alerta.

En la mayoría de los casos, la familia de los pacientes confiesan que desde hace años habían notado algunos fallos en la memoria, sin embargo, habían asumido que era un proceso propio de la edad.

Es verdad que al envejecer se presentan cambios cognitivos: disminuye la velocidad con la que se procesa la información, la flexibilidad para hacer o pensar se alenta y comienza a haber dificultad para recuperar recuerdos o aprender cosas nuevas. Sin embargo, los problemas severos en la memoria no entran en la lista.

“Cuando el adulto mayor se empieza a volver súper repetitivo (dice o hace lo mismo varias veces) y cuando se lo dices no tiene reconocimiento de que eso ya había sucedido. Eso ya no es normal”, comenta la experta.
El dato

¿Cómo se ve el Alzheimer en el cerebro?

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa primaria que produce fallos en el metabolismo cerebral. Tanto en el Alzheimer como en el Parkinson (otro trastorno neurológico crónico y progresivo) empieza a ver una alteración en la función de ciertas proteínas que conforman la estructura del cerebro conocidas como sustancia beta amiloide.

​Además, aunque olvidar dónde están las llaves, o el último lugar en el que se usó el celular no es en sí mismo un problema grave, puede ser un indicativo cuando la persona ya no puede hacer un recuento de los lugares en los que podría encontrar lo extraviado.

“A todos se nos olvida dónde dejamos algo, es normal, pero lo común es que podamos (más o menos) hacer una reflexión de qué pudimos haber hecho con las cosas y que las encontremos en un lugar lógico. Pero cuando empezamos a ver las cosas todas revueltas en lugares que no tienen sentido, eso también es un foco rojo”

Otra señal que debe encender las alarmas es la incapacidad para recordar eventos significativos, especialmente si se trata de anécdotas que se han contado más de una vez o resultan particularmente impactantes.

“Que olviden eventos recientes importantes y que, por más que les das contexto no puedan reconocer que eso sucedió, eso no es normal”, añade.

La dificultad en el aprendizaje también es un punto a considerar. Aunque resulta más complicado integrar nueva información conforme el cerebro envejece, lo habitual es lograrlo después de varios intentos.

“A lo mejor le tienes que repetir 10 veces cómo poner el Netflix. Pero eventualmente lo aprenden”, comenta la especialista. Sin embargo, si aún después de repetir la información no logran retenerla hay una clara señal de que algo no marcha bien.

Finalmente, el punto más crítico comienza cuando el olvido interfiere con el día a día de la persona.

De acuerdo con la neurocientífica Ana Natalia Seubert al recordar entran e juego diversos procesos cognitivos en los que se decide que se guarda.
Extraviar algunos objetos no necesariamente es señal de un problema en la memoria | Especial

“Ya no puedes mandar a la abuelita o a la mamá al mercado porque se confunden y compran cosas que no eran o compran lo que ya había comprado ayer”, agrega la especialista.

¿Cómo cuidar la memoria?

De acuerdo con el Manual MDS, las causas más frecuentes de pérdida de la memoria son el deterioro relacionado con la edad, el deterioro cognitivo leve y la depresión.

En los adultos mayores, el desvanecimiento de recuerdos también puede estar relacionado con falta de vitamina B12, problemas de tiroides, daño cerebrovascular o condiciones genéticas asociadas con el Alzheimer, la causa más común de demencia.

Al respecto, la especialista reitera que es posible hacer cosas que ayuden a prevenir el deterioro cognitivo , y no, el secreto no está en los rompecabezas o los memoramas.

“Si nosotros tenemos una dieta adecuada, si hacemos ejercicio, si no tomamos alcohol o tomamos muy poco, si no fumamos, si nos mantenemos activos mental y socialmente, todo esto disminuye la probabilidad de que cuando seamos adultos mayores tengamos problemas de la salud de nuestro cerebro y esto afecte a nuestra memoria”, comenta.

LHM 

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Lizeth Hernández
  • Lizeth Hernández
  • Más que contar, me gusta escuchar historias. Egresada de la FCPyS, UNAM, escribo para interpretar a una ciudad que se devora a sí misma. Actualmente cubro temas de ciencia, salud y en ocasiones, relatos del pasado.
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