La física ha comprobado que las arañas serían capaces de detener un tren. Su seda es considerada como uno de los materiales de la naturaleza más resistentes. Sus fascinantes características dieron pie a la invención de los chalecos antibalas, paracaídas, micrófonos y sensores sumamente sofisticados.
A pesar de sus aportes, las arañas—especialmente las venenosas— son objeto de un inmerecido rechazo y desinformación. En México, por ejemplo, los únicos dos géneros de arañas consideradas de importancia médica despiertan gran preocupación cada año con el supuesto inicio de su temporada, aún cuando esta ni siquiera exista.
¿Por qué es incorrecta la idea de una ‘temporada’ de arañas violinistas o de viudas negras?
En el mundo existen más de 50 mil especies de arañas, de ellas, apenas el 1% son consideradas peligrosas para los humanos.
De todos los géneros que habitan en México, sólo dos representan un riesgo para la salud. Se trata de la Viuda Negra (Latrodectus) con 4 especies y la araña violinista (Loxosceles) con 40 especies repartidas por todo el territorio nacional.
“Ambos géneros los podemos encontrar durante todo el año. Desde hembras, machos, adultos y juveniles. Es incorrecto llamarle como tal temporada de arañas violinistas o viudas negras. Las vemos más en ciertos meses del año y tiene que ver más que nada con la temporada de reproducción, la disponibilidad de alimento y condiciones climáticas”, explica Claudia Isabel Navarro Rodríguez, bióloga especializada en el grupo de arañas violinista de Norteamérica.
Las arañas siempre estuvieron ahí, solo que pasaban inadvertidos, así que, más que pensar en los meses en el calendario, se debería prestar atención a otros factores, como el clima.
Las lluvias pueden tener un papel importante ya que durante esta época incrementa el alimento disponible. Además, coincide con su ciclo reproductivo, agrega la investigadora durante una entrevista con MILENIO. Esta es la razón por la que es más común encontrarse con arañas violinistas, viudas negras y otras especies que habitan en la región.
“Es más fácil que veamos arañas, principalmente los machos que están en busca de hembras”, detalla la especialista.
Diversas investigaciones han explorado el papel de las condiciones externas (como la temperatura y la humedad), en el comportamiento de las arañas venosas. Los expertos coinciden en que los arañas son susceptibles al cambio de temperatura , lo que llega a afectar la temporada de apareamiento.
“En un estudio se analizó cómo el cambio climático podría afectar la distribución futura de especies de arañas del género Loxosceles en el centro de México. En el que se encontró que para los años 2050 y 2080 algunas especies podrían expandir su distribución, mientras que otras probablemente perderán gran parte de su hábitat. Por lo cual, se ven afectadas por los cambios en la temperatura y precipitaciones”, comenta la bióloga.
Aún no está claro cómo afectará el cambio climático a la población de arañas, no obstante ya desde 2022 un grupo de investigadores alertaba en la revista Plos One que un cambio en los patrones de calor y lluvias podría afectar la distribución de diversos animales, incluida una especie de araña violinista, mejor conocida como araña reclusa en Estados Unidos.

Los autores del artículo diseñaron un modelo y concluyeron que, para 2080, el hábitat de esta especie en territorio estadounidense podría expandirse hacia el norte, este y oeste del país, incluyendo estados en donde antes no se les veía.
¿Dónde se esconden?
Las arañas violinistas y las viudas negras comparten preferencias en cuanto a vivienda: aunque están distribuidas por todo México, es más fácil verlas en matorrales y la vegetación de las selvas bajas.
No obstante, conforme el humano se adentra en su hábitat, es más común encontrarlas en las ciudades. Una de las razones por las que llegan a las casas es que encuentran la temperatura idónea para vivir, además, la basura generada por las personas les permite asegurar su fuente de alimento.
En 2008 un grupo de investigadores se dispuso a averiguar qué tipo de hogar preferían las arañas violinista. Para ello, eligieron una serie de escondites diferentes y los pusieron a disposición de las arañas. Notaron que se inclinaban más por los refugios verticales y con telarañas previamente hechas por otras de su misma especie.
Además, parece que, aunque pueden cambiar de refugio a lo largo de su vida, muchos Loxosceles son fieles a su escondite, es decir, permanencen casi toda su vida en el mismo lugar.
Si bien conocer más sobre el comportamiento de las arañas y los lugares en dónde habitan puede ayudar a diseñar mejores estrategias para controlarlas o evitar que se instalen en casas o edificios, hoy en día hay formas más efectivas de prevención.
“La limpieza es la clave de todo para mantener alejadas estas arañas.Hay que mantener limpio y ordenado armarios, bodegas, closets, cajas. Donde por lo regular sólo vamos y amontonamos cosas, ahí son los lugares que les gustan a las arañas ¿Por qué? Porque no movemos constantemente, no se limpia constantemente”, comenta la bióloga.
La experta recomienda separar la cama de las paredes, limpiar detrás de muebles, cuadros, objetos colgados en la pared y sacudir sábanas, ropa y zapatos antes de usarlos, pues en ocasiones las arañas, que son de hábitos nocturnos, llegan a las prendas durante sus paseos nocturnos.
A la par, para evitar que ingresen a la casa, se puede optar por colocar mosquiteros.

¿Por qué es preferible no matarlas?
En general las arañas son importantes para el medio ambiente: controlan plagas como escarabajos, moscas, cucarachas, larvas y mosquitos, de ahí que se les considere como un insecticida natural, comenta Navarro Rodríguez.
Por otro lado, sus venenos se han utilizado para desarrollar analgésicos e incluso algunos tratamientos contra el cáncer, eso sin mencionar la infinidad de inventos que han inspirado sus telarañas.
Dado que son bastante tímidas, la Dra. asegura que no son una amenaza y lo mejor que se puede hacer al encontrarse con una es sacarla de casa con ayuda de una vaso y una hoja de papel.

Cómo distinguir su picadura
Puede que lo más difícil y a la vez, lo más importante después de una picadura de una araña, sea conservar la calma, como señala la bióloga.
“En este caso lo que necesitamos hacer es limpiar la herida con agua y jabón. No hay que aplicar hielo porque muchas veces eso nada más va a empeorar el signo y va a ser más difícil para los médicos poder reconocer qué fue lo que nos pasó”, advierte.
Si es posible, lo mejor es capturar al ejemplar o tomarle una foto para tener la certeza de que fue lo que causó la lesión. Posteriormente, es necesario acudir inmediatamente al médico para recibir atención inmediata. Para mayor orientación, Isabel Navarro recomienda consultar la página redtox.org, que cuenta con un directorio de los hospitales que cuentan con los antivenenos y expertos en toxicología y fauna médica que pueden brindar asesoría ante algún accidente.
A pesar de que tanto la Loxosceles como la Latrodectus son venenosas, sus efectos clínicos y la forma en que afectan al organismo humano son distintos, lo que permite diferenciarlas si se actúa con rapidez y atención a los síntomas.
En primer lugar, la picadura de la araña violinista suele ser indolora al momento del contacto, lo que dificulta su diagnóstico temprano. La Dra. Isabel señala que el paciente puede no darse cuenta de la mordedura hasta que, entre seis y nueve horas después, empiezan a manifestarse los primeros signos: enrojecimiento, inflamación local y la aparición progresiva de una ampolla de tipo dermonecrótico, es decir, con muerte del tejido afectado.
El veneno de la Loxosceles contiene enzimas que destruyen las membranas celulares, provocando necrosis cutánea y muy raramente lesiones sistémicas. Aunque es raro, algunas personas pueden desarrollar fiebre, escalofríos, fatiga, náuseas o daño renal, complicaciones que requieren atención médica urgente.

Identificar a la araña violinista es un reto adicional. Su pequeño tamaño, color marrón claro y el característico dibujo en forma de violín invertido sobre el cefalotórax pueden pasar desapercibidos, especialmente porque suele habitar en lugares oscuros y cerrados dentro del hogar. Además, como añadió la especialista, es común que las personas la confundan con otras arañas caseras, como la araña lobo.
En contraste, la mordedura de la viuda negra suele ser dolorosa desde el inicio. Su veneno neurotóxico genera síntomas musculares evidentes en pocos minutos: dolor agudo en el sitio de la picadura, espasmos musculares, rigidez abdominal —conocida como “abdomen en tabla”— y, en ocasiones, dificultad respiratoria o taquicardia como detalla Mayo Clinic.
La viuda negra es relativamente fácil de identificar por su color negro brillante y el característico reloj de arena rojo en la parte inferior de su abdomen. A pesar de los síntomas, la mayoría de los casos en humanos evolucionan favorablemente con tratamiento médico oportuno. Sin embargo, en niños pequeños, adultos mayores o personas con condiciones de salud comprometidas, la mordedura puede ser potencialmente grave.
LHM