La ciudad se ve según los ojos de quien la recorre: por trabajo, o por placer; a pie o en bicicleta, en un pasaje mal iluminado o rodeado por los árboles.
El diseño de las calles (o la ausencia de él) se traza facilitando el recorrido y, según un nuevo estudio publicado en la revista Nature, la frecuencia con la que la gente sale a caminar.
Cómo impacta la planeación urbana en la salud
Una y otra vez se repite lo mismo: la actividad física es parte fundamental para la salud. Actualmente se considera que el sedentarismo aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2 , ciertos tipos de cáncer, problemas cardíacos, debilidad muscular y problemas de salud mental.
Sin embargo, pocas veces se discuten los puntos que dificultan el llevar una vida más activa. Aunque diversas investigaciones han planteado que el diseño de las ciudades puede influir, el análisis reciente arroja mayor claridad sobre el papel que juega en la salud.
Dirigido por investigadores de la Universidad de Washington, por tres años el estudio recopiló información de Azumio Argus, una aplicación de salud instalada en los teléfonos de más de 2 millones de personas.
Del total, se estudiaron los casos específicos de 5 mil 424 usuarios que cambiaron de ciudad durante el periodo de seguimiento: en total se registraron 7 mil 447 mudanzas entre mil 609 ciudades estadounidenses.
Esto permitió observar cómo cambiaba la actividad física de cada persona antes y después de mudarse. A partir de los datos arrojados por los sensores de los teléfonos confirmaron que llegar a una ciudad más amigable para las y los peatones aumentó el promedio de pasos diarios, independientemente de la edad, género o peso.

Este fue el caso de 178 personas que aumentaron su actividad física luego de mudarse a Nueva York, ciudad que, según la plataforma Walk Score, tiene una alta caminabilidad, es decir, un buen puntaje en cuanto que tan fácil es caminar considerando factores como la seguridad, la accesibilidad y la presencia de servicios a una distancia razonable a pie.
Los autores notaron que este grupo pasó de 5 mil 600 pasos a 7 mil diarios, lo que representa 11 minutos adicionales de caminata al día.
“Además, observamos que estos aumentos se mantienen durante 3 meses después de mudarse”, se lee en el artículo.
Independientemente del clima o los ingresos percibidos por cada participante los efectos se mantuvieron, incluso de forma inversamente proporcionales, pues quienes se mudaron de la Gran Manzana a ciudades menos transitables redujeron su actividad física en mil 400 pasos.
“Estos resultados sugieren que los niveles de actividad física están directamente influenciados por el entorno construido y no son simplemente producto de preferencias personales u otros tipos de efectos de selección”, añaden los autores del estudio.
A la par encontraron que vivir en una ciudad más caminables también significaba hacer más actividad física vigorosa ya que al analizar los pasos minuto a minuto, vieron que la mayoría de los pasos extra eran caminatas rápidas.
Las guías de salud recomiendan al menos 150 minutos de ejercicio intenso por semana. Antes de mudarse, solo el 21.5% de las personas cumplía con esa meta. Después de cambiar de ciudad ese número subió al 42.5%. Es decir, casi el doble de personas alcanzaron el nivel recomendado de actividad física.
El DATO¿Cómo saber si eres sedentario?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que un adulto lleva una estilo de vida sedentario si no realiza al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa a la semana. Caminar menos de 5 mil pasos al día puede ser un indicador de sedentarismo
¿Qué pasaría si las ciudades fueran más caminables?
Los investigadores hicieron una simulación para averiguar si un cambio en la caminabilidad de las ciudades podría ayudar a más personas a cumplir con las recomendaciones de ejercicio aeróbico (como caminar rápido al menos 150 minutos por semana).
Con los datos de más de mil ciudades estadounidenses —y tomando en cuenta que entre 2013 y 2016, solo el 18% de su población cumplía con las recomendaciones de actividad física intensa— concluyeron que si todas las ciudades tuvieran la misma caminabilidad que Nueva York, más de 47 millones de personas cumplirían con las pautas recomendadas.
Aunque el estudio está centrado en Estados Unidos los resultados podrían convertirse en referente para políticas de diseño urbano que mejoren la salud en diferentes partes del mundo.
Por ahora, y según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 3 adultos y el 81 % de los adolescentes no realizan suficiente actividad física.
Esto ha llevado al sedentarismo ha consolidarse como uno de los principales factores de riesgo de enfermedades no transmisibles y de muerte en todo el mundo (se estima que se podrían evitar entre 4 y 5 millones de decesos al año si la población mundial fuera más activa).
Del otro lado de la moneda está la actividad física regular que reduce el riesgo de muchos tipos de cáncer entre un 8 y un 28 %; el de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, un 19 %; el de diabetes, un 17 %, y el de depresión y demencia, entre un 28 % y un 32 %.

¿Cuáles son las ciudades más transitables del mundo y qué pasa con México?
¿Qué tan accesible es una ciudad para quienes van a pie? En 2020 un grupo de Investigadores del Instituto de Políticas de Transporte y Desarrollo (ITDP) realizó uno de los informes más amplios para responder a esta pregunta.
Para calcular el caso de cada ciudad del mundo midieron la proximidad de las personas con sus necesidades cotidianas, como los espacios abiertos, atención médica, educación y transporte público.
Los lugares con mayor densidad poblacional mejor calificados fueron: Hong Kong, China; Moscú, Rusia; París, Francia; Bogotá, Colombia y Londres, Reino Unido. Curiosamente, los especialistas encontraron que el territorio estadounidense ocupaba una posición particularmente baja en el listado global.
La mayoría de las ciudades mexicanas analizadas tuvo una baja puntuación en cuanto al porcentaje de personas que tenían cerca (es decir a 1 kilómetro) los servicios básicos como la educación o la atención médica. Las más accesibles (al menos en cuanto a estos servicios) fueron: Veracruz (53%), Monterrey (51%), Mexicali (48%) y Guadalajara (48%).
El poder transitar por las calles en las que se vive no solo es vital para mejorar la salud sino que además puede ayudar a reducir las emisiones del transporte que contribuyen al calentamiento global y fortalecer las comunidades y economías locales, como resalta ITDP.
LHM