Ciencia y Salud

¿Cuánto es normal? Experta habla sobre cómo detectar si se tiene un problema con el alcohol

No existe un consumo seguro de alcohol, aún cuando este no se vea como una borrachera severa.

Una mala relación con el alcohol  no siempre implica lagunas mentales acompañadas de una fuerte resaca el fin de semana: hay ocasiones en las que el problema se convierte en un hábito que pasa desapercibido, especialmente cuando todo parece funcionar con normalidad a pesar de las copas de más.  

No obstante, y según los especialistas, no hay ninguna cantidad de alcohol que no tenga consecuencias negativas ya que, así como el tabaco o la cocaína, se trata de una droga capaz de modificar el funcionamiento neuronal.



“Al alterar el funcionamiento del cerebro, se activa un sistema de recompensa. Al principio la persona siente que está bien con lo que recibe, pero de repente pasa de la experimentación al uso, luego al abuso y finalmente a la dependencia sin darse cuenta. Son líneas muy delgadas que se cruzan y que cuando menos ves, ya estás en la dependencia”, alerta la psicóloga Rosario Cortes Tellez e integrante de los Centros de Integración Juvenil, una asociación civil que apoya a personas con adicciones.

¿Cuándo es un problema?

De acuerdo con los parámetros oficiales un consumo excesivo implica cinco o más bebidas al día o de quince o más bebidas a la semana en el caso de los hombres. En el caso de las mujeres, el parámetro va de cuatro o más bebidas al día o de ocho bebidas a la semana.

El alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida en la población mexicana: 55 por ciento lo consumen; crean alianza para evitar consumo nocivo de alcohol.
Normalizar el consumo de alcohol puede tener repercusiones en la salud física y mental (Pixabay)

“México es uno de los países que tiene una forma de beber un poquito descontrolada los fines de semana. Hay quienes se van de reunión los viernes (hay gente que empieza desde el jueves) y desde ahí se van en un tren hasta el domingo antes de irse a trabajar”, comenta la especialista.

Dado que su consumo se ha normalizado, es fácil cruzar la línea sin darse cuenta. De acuerdo con la experta, la principal señal de que hay un problema con la bebida son las lagunas mentales después de un fin de semana de fiesta.

Sin embargo, el trastorno asociado al consumo de alcohol no siempre se ve del mismo modo. Aunque en algunas personas llega a ser grave, también hay quienes lo viven de forma moderada o leve, por lo que, una copa o dos después del trabajo se pueden convertir rápidamente en un mal hábito.

“Estamos viendo en una época donde la gente es sometida a mucho estrés, laboralmente hablando o familiarmente hablando (...) Ya seas empleado o ama de casa, hay muchos factores que sientes que te abruman. La gente puede decir ‘es que es para relajarme’, pero esta relajación es temporal y aunque no la veamos tan dañina se hace una costumbre. Deberíamos de tener cuidado y no normalizarla”, añade la psicóloga.

En estos casos, Cortes Tellez recomienda acudir con un especialista en salud mental, ya que en ocasiones, el consumo de sustancias llega a estar asociado a depresión o ansiedad. Destaca que muchos de los pacientes encuentran en el uso de sustancias una ‘remedio’ para lidiar con sus emociones, sin embargo, a mediano y largo plazo, el efecto de alivio va desapareciendo mientras que los malestares físicos crecen.

En general, el excesivo consumo de alcohol afecta el sistema endocrino, daña el corazón y aumenta el riesgo de padecer diversas enfermedades como diabetes o cáncer.

De acuerdo con el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo de Estados Unidos, el páncreas, los riñones, el hígado y los pulmones son de los principales órganos afectados, sin embargo, todo el cuerpo llega a resentir las copas acumuladas ya que el alcohol debilita el sistema inmunitario y aumenta el riesgo de atrofia muscular y daño neuronal.

¿Cuándo pedir ayuda?

El alcoholismo es una enfermedad, y como toda afección, necesita ser diagnosticada por especialistas, pues, como insiste la psicología, “no se puede generalizar”. En algunos casos se convierte en un problema que afecta todos los ámbitos de la vida, en otros, el consumo puede parecer “funcional”, no obstante, en ambos escenarios es necesario atender la razón que hay detrás de la necesidad de alcohol de forma cotidiana. 

“Habría que ver qué está buscando en el consumo ¿Qué tal si la persona realmente no está gestionando bien sus emociones, si el tema aquí es que yo no sé lidiar con mi frustración con el enojo o incluso mi felicidad? Puede que una manera, una salida, sea implementar un hábito no muy sano para más o menos lidiar con lo que no puedo manejar”, explica la psicóloga.

Los especialistas de la asociación en la que Rosario colabora diseñaron un tests de autodiagnóstico para ayudar a las personas a detectar si tienen algún problema con el consumo de sustancias, mismo que puede ser consultado en el micrositio del Centro de Integración Juvenil

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Las investigaciones señalan que las personas tardan hasta 10 años en buscar un tratamiento para atender su alcoholismo. Aunque el tiempo implica mayor impacto en todos los ámbitos de la vida, (salud, familia y economía), lo importante, según la especialista, es dar el primer paso para pedir ayuda especializada.

¿Qué aumenta el riesgo de padecer un trastorno por consumo de alcohol?

Los riesgo de padecer este problema aumentan dependiendo de tres puntos clave: la cantidad, frecuencia y rapidez con la que se consume alcohol, según el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo de Estados Unidos.

Entre los factores que pueden exacerbar la condición se encuentran:

  • Consumo de alcohol a edad temprana
  • Genética y antecedentes familiares
  • Trastornos de salud mental y antecedentes traumáticos

Los tratamientos para atender el alcoholismo tienen diversos enfoques y muchas veces se pueden complementar, como es el caso de los medicamentos y la terapia conductual. Los grupos de apoyo también son una opción, no obstante, es necesario contar con el asesoramiento de un especialista para que los resultados sean efectivos.

LHM 

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Lizeth Hernández
  • Lizeth Hernández
  • Más que contar, me gusta escuchar historias. Egresada de la FCPyS, UNAM, escribo para interpretar a una ciudad que se devora a sí misma. Actualmente cubro temas de ciencia, salud y en ocasiones, relatos del pasado.
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