A descansar al panteón, es la exposición que Jair González plateó como una cartografía afectiva de los efectos silenciosos del trabajo sobre la mente, el cuerpo y la memoria. La exposición invita a ser recorrida como quien busca entre papeles olvidados y entre restos afectivos desdibujados por el paso del tiempo y del trabajo.
El artista explica que esta muestra surge como una forma de manifestar la relación tóxica con el trabajo, "esto nace un par de años cuando empecé a trabajar como animador, hubo un momento en el que había obsesión por ser bueno en lo que hacía, lo cual desencadenó una serie de eventos como dejar de dormir, el estrés lo cual llevó a depresión, es por ello que la exposición habla sobre la relación entre el trabajo y la vida personal, cómo la constante búsqueda de ser productivo, termina afectando mi vida".

La muestra se exhibe en el Centro de Artes del Norte, y cada pieza es el resultado de un proceso de introspección que además de representar el cansancio y hacerlo tangible, se convierte en objeto y evidencia.
A través de imágenes saturadas de post-its, sillas de oficina amenazadas por cuchillos suspendidos, cafeteras convertidas en tótems funcionales, documentos laborales mezclados con recuerdos personales. "En cada obra habita la tensión entre lo que debió ser preservado y lo que fue sacrificado".
El proyecto A descansar al panteón fue realizado bajo el acompañamiento y asesoría de la artista María Ortiz Martínez. La exposición forma parte de Dystopia, un trabjo curatorial de José Jiménez Ortiz que explora el concepto de MIcronaciones para desarrollar una serie de eventos en la galería del Centro de Artes del Norte durante 2025.

¿Quién es Jair González?
Jair González, estudió la Ingeniería en Animación y Efectos Visuales en la Universidad Politécnica de Gómez Palacio, tomó diferentes talleres en el Centro de Artes del Norte: Lenguaje Visual, con Miguel Sifuentes; Aprender a mentir, con José Jiménez Ortiz; A cielo abierto, con Alfredo Esparza Cárdenas. Ha colaborado en diferentes proyectos de publicidad con agencias y estudios.
Actualmente es docente en el Centro de Artes del Norte, enseñando técnicas digitales y tradicionales de animación. Trabaja como animador y postproductor en una empresa del sector privado. Es co-fundador de Delirio Studio, una empresa enfocada en la producción de efectos visuales y postproducción audiovisual.