La participación de México en la Cumbre de Líderes del Grupo de los Siete (G7), celebrada los días 16 y 17 de junio pasados en Kananaskis, Alberta, Canadá, marcó un paso significativo en el reposicionamiento del país como actor global.
Así lo destaca el informe enviado por la Secretaría de Relaciones Exteriores a la Comisión Permanente, en el que se detallan las actividades realizadas por la presidenta Claudia Sheinbaum durante su estancia en el encuentro internacional.
La mandataria mexicana asistió a la cumbre en calidad de Estado observador, a invitación del primer ministro canadiense Mark Carney, anfitrión de esta edición del G7.
La Presencia de México en este foro responde, según la Cancillería, al reconocimiento internacional de su papel como potencia emergente y puente natural entre economías desarrolladas y en vías de desarrollo.
El informe subraya que la participación de la presidenta Sheinbaum en el G7 reafirma el compromiso del país con una diplomacia activa, multilateral y orientada a la construcción de soluciones globales.
Con su intervención en el foro, la jefa del Estado mexicano envió un mensaje claro sobre el liderazgo de México en temas como cambio climático, desarrollo sostenible, cooperación tecnológica y justicia social.

Sheinbaum sostuvo encuentros bilaterales con líderes de diversas naciones, aprovechando la oportunidad para fortalecer vínculos, fomentar alianzas estratégicas y posicionar los intereses de México en el más alto nivel de la diplomacia internacional.
Su presencia también representó una oportunidad para abrir nuevas rutas de inversión, innovación y cooperación.
El Grupo de los Siete (G7), compuesto por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, más la Unión Europea como miembro no numerario, es considerado uno de los espacios más influyentes de concertación política, económica y de seguridad a nivel global.
En esta edición, además de México, fueron invitados otros países como Australia, Brasil, Corea del Sur, India, Sudáfrica y Ucrania, así como organismos multilaterales como la ONU, el Banco Mundial y la OTAN.
En ese contexto, México actuó como voz de equilibrio, con propuestas centradas en la cooperación Sur-Sur, la defensa de la soberanía nacional y la necesidad de construir consensos ante los desafíos comunes que enfrenta el planeta.
La Secretaría de Relaciones Exteriores destacó que la presencia de México en la cumbre no solo refleja su creciente relevancia internacional, sino también la visión de una política exterior responsable, propositiva y orientada al bien común global, liderada por la presidenta Sheinbaum.
“El liderazgo de México se fortalece en foros como el G7, donde nuestra participación contribuye a promover un nuevo enfoque de gobernanza global más justo, incluyente y sostenible”, señala el documento.
Con esta primera incursión internacional como jefa del Ejecutivo, Claudia Sheinbaum consolida una imagen de liderazgo firme, comprometido y con vocación global, que busca proyectar a México como una nación con capacidad para incidir en las grandes decisiones del siglo XXI.
LG