Familiares de personas desaparecidas se movilizaron en diferentes ciudades de al menos 16 entidades con motivo del Día de la Madre, fecha en la que para ellas no hay nada qué festejar.
Exigieron a las autoridades celeridad en las investigaciones a fin de encontrar a sus seres queridos y hacer justicia. Gritaron consignas como “¡Nos faltas tú, nos faltan todos!”, “¿por qué los buscamos? ¡Porque los queremos!” y “¿Dónde están, dónde están, nuestros hijos dónde están?”
En algunos estados como Jalisco hicieron un pase de lista de desaparecidos y en La Paz, Baja California Sur, reclamaron que el proceso para identificar restos humanos con pruebas de ADN tarda hasta tres meses, por lo que exigieron crear una base de datos para confrontarlos con expedientes en entidades vecinas, como Sonora y Sinaloa.
En Ciudad de México, más de 70 colectivos de madres buscadoras de varios estados marcharon del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia para protestar por la falta de avances en las carpetas de investigación.
Al pasar por donde estaba la palma en Paseo de la Reforma, las manifestantes reiteraron su exigencia para que ese espacio público sea renombrado como Glorieta de los Desaparecidos.
“Es nuestro derecho que seamos visibles y que las autoridades recuerden que estamos aquí, tenemos derecho a la memoria”, dijo Tranquila Hernández, cuya hija Mireya desapareció en 2014.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, madres de mujeres asesinadas e integrantes de diversos colectivos reclamaron que la gobernadora Maru Campos Galván no ha entregado la tarjeta que prometió para dar acceso a servicios de salud a mamás de víctimas de feminicidio y desaparición.
También denunciaron que en en el estado hubo un recorte de 70 por ciento de los recursos para apoyar a las víctimas.
Citaron datos de la fiscalía que documentan que en la entidad se han registrado 73 asesinatos de mujeres, de los que 56 por ciento ocurrió en Juárez.
En Nuevo León, donde se estima que hay unos 6 mil casos de desaparición, un grupo de 50 madres, padres e hijos de organizaciones como Grupo Amores, Ciudadanos en Apoyo a los Derechos AC y Buscadoras de Nuevo León se reunió frente a la sede de la fiscalía del estado para exigir resultados y denunció que no ha habido avances en las investigaciones de sus desaparecidos.
“Mi hijo tiene siete años desaparecido, no nos dan ninguna respuesta, vamos y vamos a la fiscalía y nada. Mi hijo desapareció en Salinas Victoria, les pedimos que trabajen porque no nos dicen nada, que le echen ganas”, dijo María Valentina Longoria Espinoza, quien busca a su hijo Eleazar Héctor Alonso Longoria, desaparecido cuando tenía 25 años.
En Zacatecas, entidad azotada por la violencia, los afectados marcharon desde el Jardín de la Madre hasta la Plaza de Armas, donde realizaron un mitin frente a las oficinas del gobernador David Monreal para reclamar la drástica reducción de apoyos económicos a las familias víctimas de la violencia, recursos a los que además es casi imposible acceder.
La señora Guadalupe Domínguez exigió mayor sensibilidad de las autoridades. “Que ya nos ayuden, que ya nos den la mano, ¡que no sean gachos!, que tengan piedad de nosotros”, manifestó.
En Guerrero, unas 80 madres del Colectivo de Familiares en Busca de sus Desaparecidos protestaron en el zócalo de Chilpancingo con la consigna de “no hay nada que celebrar” y recordaron la lucha de Rosario Ibarra de Piedra, quien murió el pasado 16 de abril.
Mientras en Oaxaca, activistas, colectivos y madres demandaron la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador para que presione a las autoridades de justicia locales y se agilicen los trabajos de más de 150 carpetas de investigación.
En San Luis Potosí un centenar de mujeres del colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros acusó que las instituciones y las policías siguen infiltradas por la delincuencia organizada, lo que les impide acceder a la justicia y saber el paradero de sus familiares.
Por otra parte, en Veracruz, madres integrantes de los colectivos Solecito, Justicia y Dignidad y Corazones Ausentes marcharon del Parque Zamora hacia el Faro Carranza en la Macroplaza del Malecón.
En Mazatlán, Sinaloa, las madres buscadoras se congregaron frente al Monumento a la Familia y exhibieron los rostros de sus seres queridos en carteles con la fecha en que desaparecieron y un número de teléfono al que se puede llamar si se sabe de ellos.
Expresaron el dolor de ser madre de un hijo desaparecido: “Es estar señalada, castigada y olvidada, es alejarse del mundo, ser madre de un ser que todos creen que ya no existe, ser madre de los que las autoridades no creen que vale la pena defender”.
En Torreón, Coahuila, integrantes del Grupo Vida, que congrega a unas 200 familias de la Comarca Lagunera, realizaron una misa y pidieron sensibilidad de las autoridades y de la ciudadanía ante su dolor.
Lucy López Castruita, del colectivo Voz, afirmó que no hay claridad en las cifras de desaparecidos, pues la autoridad no da información y persiste el miedo a denunciar, por lo que muchos casos no son visibles.
También en Ciudad Victoria, Tamaulipas, las madres del grupo Red de Desaparecidos protestaron con un mapa de la entidad pintado de rojo y con un plantón en la explanada del Palacio de Gobierno.
Mientras tanto en Puebla, integrantes del Colectivo Voz de los Desaparecidos marcharon para demandar que se agilice la búsqueda de sus hijos ausentes, algunos de los cuales llevan más de 20 años perdidos.
Imágenes y demandas similares se vieron en Quintana Roo y Baja California.