México tiene el viento a favor para desarrollarse económica y académicamente en la próxima década. Quien hace esa afirmación es Marcelo Ebrard Casaubón (Ciudad de México, 1959), político y funcionario de carrera, y actual titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
Ebrard habla de viento a favor porque le gusta navegar veleros. Cuando habla sobre el futuro, piensa en vientos a favor, vientos en contra, y al trabajo que requiere llevar una embarcación hacia dónde se quiere.
Previo a la visita que hará a la Zona Metropolitana de Guadalajara este viernes, para presentar su libro El Camino de México (Editorial Aguilar), el secretario habla con Notivox JALISCO sobre cómo vislumbra el crecimiento económico y educativo de la sociedad; de su trato con los políticos locales, y un poco sobre su relación con la capital jalisciense.
Tengo el libro aquí, El Camino de México, el libro que usted va a presentar. Habla usted de la clase media y de su crecimiento. Yo me atrevo a pensar que Jalisco es un estado con una gran clase media, en el sentido de cantidad. ¿Qué le puede decir usted a la gente de Jalisco respecto a esta presunción de que la clase media se desarrolle?
“El objetivo que debemos tener esta próxima década, la que sigue, es promisorio o favorable a México por el nearshoring, la relocalización de empresas, que ya está ocurriendo. Entonces tenemos vientos favorables. ¿Cuál debe ser nuestro objetivo en esta década que tenemos esa posibilidad? Hacer crecer enormemente la clase media mexicana. Y reducir al máximo la pobreza. Es decir, que personas que viven en pobreza pasen a ser clase media. Que haya movilidad social. Ese debe ser nuestro objetivo, la causa, el objetivo último a lograr. Si tú me preguntas cuál es el objetivo último que se quiere lograr, o se debe de lograr en esa década, ese es.
“Jalisco es uno de los estados donde más rápido puede crecer esa clase media. Con buenos salarios; con más oportunidades de trabajo. Eso es factible. ¿Por qué es factible? Porque nuestro crecimiento demográfico ya no es tan grande como lo fue antes. Entonces hoy tienes menos personas. Hoy nuestro crecimiento demográfico es de 1, es decir, cada pareja tiene dos hijos en promedio, y reduciéndose. Entonces tenemos menos personas. Y vamos a tener más actividad económica y más riqueza. El objetivo que estoy planteando no es solo un dicho, es algo factible, posible, de alcance. Eso es lo que significa”.
¿Con quién tiene que trabajar ese crecimiento?
“Con todo mundo. Necesitamos trabajar con las empresas, necesitamos trabajar con los sindicatos, necesitamos trabajar con las universidades para mejorar o elevar las cualificaciones que tenemos. Tiene que ser un esfuerzo de conjunto. Como hicimos para hacerle frente ahora a la pandemia. También lo cuento en mi libro, en Juntos por la Salud, sector público, sector privado, hospitales, seguro social, empresas, personas. Todo mundo hicimos un frente en común, y fue extraordinariamente útil. De otra manera hubiera sido imposible salir adelante. Hay que hacer lo mismo para esa década que viene”.
Su actual trabajo tiene más que ver con la política exterior. Pero, ¿con quién tiene usted contacto en Jalisco? No tanto de nombres, sino de empresarios, políticos, gente de la Universidad (de Guadalajara).
“Tengo muy buena relación con el sector empresarial del estado de Jalisco. Tengo muchos amigos y gente con la que hemos coincidido. Finalmente llevo 42 años en el servicio público. Entonces te puedes imaginar. Igualmente de los medios. Igualmente de la sociedad, en muy diferente representación. Con la universidad también tengo muy buena relación. Con los alcaldes. Con Jalisco yo diría que tengo muy, muy buena relación; y pretendo que así sea, y siga siendo”.
Viene a la Universidad de Guadalajara...
“Sí. Ellos van a hacer una presentación del libro y me pidieron estar presente, sobre todo para desarrollar el tema que tiene que ver con lo que es mi encomienda ahorita, que es la política exterior de México. Atendí su invitación, que ya me han insistido un par de veces que lo pudiera yo hacer. Y allí estaré y les agradezco mucho esa invitación”.
Porque también menciona usted el tema del apoyo al crecimiento de la educación de los jóvenes. Va a estar en la Universidad. ¿Cómo visualiza ese crecimiento?
“Lo que visualizo es que podamos aumentar nuestra inversión, nuestro desempeño en la educación media superior y superior. Elevar la calidad y ampliar la cobertura de nuestras universidades. Fortalecer los centros de investigación. Favorecer tanto las invitaciones de maestros del exterior, como que alumnos de nuestras universidades puedan estar también en el exterior. Esa es la prioridad.
“Las universidades mexicanas en promedio estamos en números en los que no deberíamos estar. Podríamos estar mucho más arriba; entonces hagámoslo, démosle el apoyo a las instituciones para que lo puedan hacer, trabajemos juntos, fijemos objetivos y hagamos la tarea.
“Decía yo, a mí me gusta navegar, velear, entonces cuando tengo oportunidad de que alguien me invite, o la oportunidad de velear un rato, siempre piensas si el viento está a favor o está en contra, eso es como el 40 por ciento, y el 60 por esto es que tú trabajes bien, sepas conducir tu embarcación, despliegues las velas a tiempo, midas la velocidad del viento. El 40 por ciento es que el viento esté a favor. Hoy México tiene el viento a favor, entonces hay una gran posibilidad, pero hay que hacer nuestro trabajo”.
A Jalisco lo gobierna Movimiento Ciudadano. Creo que tiene buena relación con el gobernador desde hace mucho tiempo. ¿Políticamente cómo es su relación con Jalisco?
“Tengo buena relación con Enrique (Alfaro). Nos conocemos desde hace años, y estuvimos militando juntos en el PRD, cuando él estaba en Tlajomulco, entonces tenemos buena relación; procuro tener buenas relaciones con quien son mis compañeras, mis compañeros, y no es la excepción. Tengo un buen diálogo con él, y una buena comunicación con respeto a su ámbito, sus decisiones como gobernador del estado.
“También tengo buena relación con Pablo Lemus, con (Luis) Michel en Puerto Vallarta, varios de los alcaldes que son buenos amigos, y espero continuar así. Hay que cuidar las relaciones políticas, y circunscribir las diferencias a cuando realmente valgan la pena. No soy partidario de maximizar diferencias con personalidades que provienen de otras formaciones políticas, más bien hay que escucharlos y tratar de ver cómo nos podemos poner de acuerdo, porque el objetivo final es que nos vaya bien como país”.
¿Le gustan las tortas ahogadas?
“Sí. Yo conozco bien Guadalajara. Recordarte que mi primera esposa (Francesca Ramos) es originaria de Zapopan. Y mis hijos de ese primer matrimonio nacieron allá. Mis primos vivían en Guadalajara desde los 70’. Uno de ellos jugaba en las reservas de las Chivas. Entonces diría que para mí Guadalajara es muy cercano, muy conocido desde que era yo muy joven”.
SRN