El director general del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch, informó que el programa La Clínica es nuestra ha beneficiado a 11 millones 816 centros, a través de un esquema en el cual comunidades mejoran unidades médicas mediante el consenso.
En la conferencia mañanera, el funcionario informó que replicarán el modelo en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en el primer nivel de atención.

“Como he señalado: se han conformado 11 mil 816 Comités de Salud que han decidido el destino del recurso y han ejercido el recurso a través de un proceso de democracia participativa en torno a los Centros de Salud. Es una estrategia muy sólida, con excelentes resultados, que este año vamos a incorporar a los compañeros del ISSSTE en su implementación”.
“Se hicieron más de 26 mil acciones de infraestructura, más de 11 mil compras de equipamiento mobiliarios y más de 10 mil compras de instrumental, para el fortalecimiento de las clínicas del primer nivel de atención de nuestro país”, expuso.
Desde el salón Tesorería de Palacio Nacional, el director general del ISSSTE, Martí Batres, expuso que el objetivo de implementar el programa en la dependencia “es mejorar la infraestructura, equipamiento y mobiliario de las unidades de primer nivel, con la participación comunitaria de los derechohabientes para mejorar las condiciones de su atención”.
Batres Guadarrama abundó que se implementará en las 565 clínicas de primer nivel con las que cuentan y que beneficiará alrededor del 80 por ciento de su derechohabiencia, equivalente a 10 millones de personas.
“Nos va a ayudar mucho en el ISSSTE este respaldo del IMSS-Bienestar con el programa de La Clínica es Nuestra. Se canalizarán recursos y, además, se van a ejercer de forma participativa”, indicó.
Explicó que la primera fase constará de asambleas donde iniciará el proceso el próximo 15 y 16 de febrero, para que hacia septiembre estén concluyendo las obras para cada unidad médica.
La secretaria del bienestar, Ariadna Montiel, expuso que se dará seguimiento a cada proyecto, ya que al final se hace una asamblea nuevamente con la comunidad y se da seguimiento para que se determine “si han sido concluidos los proyectos del plan de trabajo y, en su caso, ya determinar el cierre de las actividades del Comité para el programa en este año”.
“La asamblea comunitaria es un mecanismo de participación, en este caso de los derechohabientes del ISSSTE, que serán quienes estarán convocados para estas asambleas”.
“Y las asambleas se van a llevar con un facilitador —que es el servidor de la nación— y un secretario técnico —que es parte de la plantilla del ISSSTE—, para instalar la asamblea y dirigir los primeros trabajos en lo que se elige el Comité”, puntualizó.
LP