La nueva presidenta de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán ha forjado una trayectoria ininterrumpida dentro del Partido Acción Nacional (PAN), alternando cargos en la Cámara de Diputados, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la Constituyente de la Ciudad de México y, también, en el Senado de la República.
Su sello es la oposición de convicción: confiesa que disfruta el debate y la confrontación política, convencida de que "una democracia sólida exige cuestionar constantemente al gobierno en turno".

Formación académica y primeros retos
Licenciada en Derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM, Kenia describe sus años universitarios como “una etapa sencilla” — en entrevista con el periodista José Luis Medina para MILENIO —, en la que las obligaciones aún no la sobrepasaban.
A diferencia de muchos compañeros, jamás pasó largas tardes en Las Islas de Ciudad Universitaria. Desde temprano equilibró estudio y trabajo: asistía al Instituto Nacional de Bellas Artes para cursar teatro y, tras las clases, se incorporaba a su primer empleo formal.
Con tan solo 17 años comenzó vendiendo aspiradoras en Sears. Rápidamente escaló posiciones y se colocó entre los mejores vendedores a nivel nacional. Su siguiente paso la llevó al Instituto Federal Electoral en 1996, donde entró como capacitadora electoral.
De la influencia de Abel Vicencio al PAN
En la Facultad de Derecho encontró un referente clave: Abel Vicencio Tovar, en ese entonces dirigente del PAN. López Rabadán recuerda su ética de trabajo, integridad y disciplina como inspiración decisiva.
Ha detallado que al presenciar su rigor y decoro, supo que quería involucrarse en un proyecto político con esos valores. Así, en 1996 se afilió al Partido Acción Nacional, en una época en que la militancia era escasa y los compromisos se otorgaban con rapidez.
Desde sus inicios militantes, ocupó cargos de dirección y fue escalando posiciones hasta convertirse en consejera nacional e integrante del Consejo Técnico de Cultura del Comité Ejecutivo Nacional. Su perfil institucional se complementó con campañas electorales, asesorías legislativas y presencia mediática.

La 'contramañanera' y la voz de oposición
En su paso por el Senado, Kenia López Rabadán se consolidó como una de las críticas más férreas al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Instituyó la 'contramañanera', un espacio para confrontar en vivo los mensajes que emitía la Presidencia y ofrecer los “datos reales” frente a lo que califica como “otros datos” o “mentiras” difundidas desde Palacio Nacional. Para ella, esta práctica refrendó su gusto por la oposición y su convicción de que el poder debe rendir cuentas.
Un perfil de contraste
La senadora ha expresado que combina su formación jurídica con experiencia práctica en ventas, teatro y logística electoral. Su infancia y adolescencia la forjaron en la responsabilidad de ayudar a su madre a costear estudios y gastos domésticos. Esa disciplina temprana se vio reflejada en su carrera política: constante, organizada y sin concesiones cuando se trataba de fiscalizar al Ejecutivo federal.
Hoy, Kenia López Rabadán representa una generación de legisladores que asume la discrepancia como parte esencial de la democracia mexicana desde la corriente opositora.
Con información de José Luis Medina
CHZ