La violencia política contra las mujeres en razón de género no siempre se manifiesta con golpes o insultos. A veces basta una mirada amenazante o el volumen de la voz para causar daño, advirtió María de los Ángeles Gil Sánchez, consejera del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).
Durante el encuentro titulado “La determinación de Violencia Política Contra las Mujeres en Razón de Género, derivada del análisis en el metalenguaje corporal”, la funcionaria llamó a fortalecer la colaboración entre autoridades electorales, órganos jurisdiccionales y la sociedad civil para frenar este tipo de agresiones, que por su sutileza muchas veces pasan inadvertidas.
“Hay violencias que, sin ser físicas, causan mucho daño a la víctima. En el caso concreto del metalenguaje figuran la mirada amenazante, la invasión de un espacio, la postura, un movimiento en posición de ataque, la gestualidad, golpes con la mano, movimiento de brazos, el volumen de voz”, detalló Gil Sánchez.
El foro se centró en el análisis del expediente SER-PSC-312/2024, relacionado con una denuncia presentada por una candidata a diputada por el Distrito 11 en Guadalupe, Nuevo León, quien acusó a su contrincante por actitudes y expresiones violentas durante un debate.
Para la consejera del IECM, los jueces y juezas que analizan este tipo de casos deben actuar con rigor y minuciosidad, ya que muchas conductas están normalizadas y pueden parecer inocuas pese al impacto que generan. Además, consideró urgente que, además de sancionar, se implementen medidas permanentes de prevención como cursos de género obligatorios.
MSS