El 17 de septiembre, el gobierno del estado de Hidalgo realizó un pago anticipado de 249 millones de pesos a Banco Mercantil del Norte (Banorte), con lo que liquidó el saldo restante de un crédito contratado originalmente en 2009 y refinanciado en 2012, cuyo vencimiento estaba programado para enero de 2027.
Este préstamo, de mil 500 millones de pesos, fue destinado en su momento a la adquisición de un polígono de 700 hectáreas para la construcción de la Refinería Bicentenario en la región de Tula, proyecto cancelado tras la Reforma Energética.
Al 5 de septiembre de 2022, la deuda pública estatal —integrada por cinco créditos heredados de administraciones anteriores— ascendía a 3 mil 906 millones de pesos. Desde entonces, la actual administración ha logrado dos pagos anticipados: el primero, en diciembre de 2023, correspondió a un crédito con Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras); el segundo, el reciente pago a Banorte. Con estas acciones, la deuda estatal se reduce ahora a tres créditos, con un saldo actual de 2 mil 509 millones de pesos.
Como resultado del pago a Banorte, se estima la liberación de más de 306 millones de pesos, recursos que serán reasignados a proyectos de obra pública y programas sociales en beneficio de la población hidalguense.
Nivel de endeudamiento
La administración del gobernador Julio Menchaca ha implementado una política de cero endeudamiento. “En los últimos 22 años, es la única que no ha recurrido a la contratación de créditos a corto o a largo plazo, ni solicitado adelantos de participaciones federales”, señaló el gobierno estatal. Este enfoque, añadió, “es resultado de la gestión eficiente de los recursos públicos, que se traduce en el fortalecimiento de la liquidez y finanzas sanas con las que cuenta la entidad”.
Gracias a esta disciplina financiera, Hidalgo se ubica entre las cinco entidades del país con menor nivel de endeudamiento, lo que refleja, según las autoridades, “estabilidad y confianza en el manejo adecuado de los recursos públicos”.