Derivado de estudios en materia medio ambiental realizados en 2014, entre ellos el titulado “Políticas públicas para el mejoramiento de la calidad del aire Caso de estudio: Zona Metropolitana del Valle de Toluca”, realizado por el Centro Mario Molina, en el que se señalaba que las fuentes móviles eran de las que generan el mayor impacto en la emisión de gases contaminantes (y de ellas el rubro relacionado con el transporte de carga es el que más contribuye), surgieron diversas estrategias para abatir la contaminación de la capital mexiquense.
Dicho estudio sostenía que “las estrategias de control de contaminantes deben enfocarse al transporte de carga en primera instancia y a los vehículos particulares en segunda”; también sugería: “establecer un programa de restricción vehicular a los autos no verificados, limitar la antigüedad de la flota y restringir la circulación únicamente en eventos de contingencia ambiental”.
Ante estas sugerencias, el ayuntamiento de Toluca, en coordinación con otras instancias estatales, creó en aquel año el “Plan de Movilidad No Motorizada para el Centro de Toluca”, impulsado por la fundación alemana Giz, el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) y la empresa mexicana Soluciones Integrales en Tránsito y Transporte (Sitt), del que surgió la Eco Zona de Toluca y el esquema de bicicleta pública Huizi.
De acuerdo con lo informado entonces por la administración de la alcaldesa Martha Hilda González Calderón, para definir esta zona se realizó un estudio previo en el polígono conformado por las vialidades Quintana Roo, Lerdo, Gómez Pedraza, Josefa Ortiz, prolongación 5 de Mayo, México y Venustiano Carranza, en el que se concluyó que en los 2.8 kilómetros de extensión se ubicaban 77 oficinas gubernamentales, 94 escuelas públicas y privadas, un hospital público y nueve privados, nueve templos o iglesias, 13 museos y 14 mil habitantes más 26 mil de población flotante.
El estudio también mostraba que por cada bicicleta que transita por la zona existían un vehículo de carga, cinco unidades de transporte público y 92 autos particulares.
En cuanto al transporte público, mostraba que al menos 89 rutas cruzan por este polígono, lo que equivale a 72.9 por ciento de las totales del Valle de Toluca, conformado por 21 municipios más.
En 2015 inicia Huizi; en 2016, los conflictos
Pese a estas estadísticas, en el año 2015 se puso en marcha el sistema de bicicleta pública “Huizi”, que en ese momento se limitaba su uso a una membresía, que únicamente se podía adquirir con tarjeta de crédito. Se diseñaron al menos 28 estaciones, en la entonces llamada Ecozona que incluía a 300 cuadras del centro histórico de esta capital.
Con la entrada del presidente municipal, Fernando Zamora, el sistema Huizi comenzó con diversas controversias, la primera de ellas fue la puesta en marcha del programa “Toluca en Bici”, que tenía como prioridad acercar el servicio de bicicleta pública a las delegaciones, el cual continúa operando.
Para ese año, el propio alcalde declaró que Huizi solo registraba un uso de 2.6 bicicletas por día, pese a la inversión de 35 millones de pesos.
En noviembre de ese mismo año, ante medios de comunicación el alcalde toluqueño reconoció el adeudo de al menos 12 millones de pesos a la proveedora canadiense, que como respuesta decidió retirar el uso del software.
En 2017, se reinició el servicio
Luego de al menos cinco meses de este adeudo, el gobierno municipal pudo liquidarlo, retomando la operación de Huizi. En ese momento, los informes del ayuntamiento arrojaban una lista de usuarios de aproximadamente 246 y 3 mil 460 préstamos de bicicletas.
Muy pocos “suscriptores”
El subdirector de Movilidad Urbana del ayuntamiento de Toluca, Aarón Burgos García, dio a conocer que actualmente este servicio dispone de 350 bicicletas- el mismo número con el que se inició en 2015-. El sistema que se complementa con el programa “Toluca en Bici”.
Indicó que dicha propuesta en materia de movilidad se encuentra funcionando al 100 por ciento y cuenta con un padrón de usuarios de 65 personas, por lo que la administración municipal se ha dado a la tarea de difundir este sistema de transporte, tanto en escuelas como en capacitaciones de “biciescuela”.
En activo, reiteró, se tienen 65 membresías de las cuales al menos 44 usuarios la adquirieron luego de los cambios realizados, a partir de los cuales el pago podría ser también en efectivo.
“¿Cuál fue el problema? Que obviamente falta un poco de cultura, porque ya no quisieron renovar a pesar de que en el espacio que hubo por el cambio de software, a la gente se le repuso su tiempo”.
Indicó que el retiro de la estación ubicada en Juárez y Juan Álvarez responde a la serie de actos vandálicos que registra a diario, en donde “los estudiantes rompían todas las pantallas de nuestros kioscos, desanclaban todas las bicicletas y al checar los registros era una estación que no contaba con muchos viajes”.
Sin embargo, esa estación sigue ubicada en el sitio. Precisó que las tareas de expansión se centrarán en las avenidas Vicente Guerrero, justo frente a la Ciudad Universitaria.
“Tenemos el proyecto de expandir a Huizi, hemos tocado puertas para que se pueda ampliar este proyecto, hemos ingresado las solicitudes para obtener recursos tanto a la SEMARNAT como aquí al gobierno del Estado, sobre todo por la expansión que se requiere con la puesta en operación del Tren Interurbano”.
En cuanto a los datos en materia financiera, sobre todo en lo referente a la inversión anual para el funcionamiento de este sistema, así como los costos en mantenimiento de las estaciones y las propias bicicletas, el funcionario municipal se limitó a declarar “el dato correcto, así bien, no lo tengo porque lo maneja la Tesorería, pero el sistema se mantiene por sí solo, es sustentable con el número de usuarios, de viajes, refacciones que tenemos, te pudiera dar un número, pero las nóminas no las tengo yo. Tenemos los mecánicos, todo, ahorita estamos trabajando como con 14 personas, entre mecánicos, balanceo, ‘biciescuela’ y mecatrónicos”.
Para mejorar la operatividad, destacó, la administración municipal ha realizado acciones como la puesta de carriles exclusivos, delineadores, además del mantenimiento y pruebas de cómo funciona en otras partes del municipio, correspondientes al aforo, presupuestos, trazos, entre otros temas.
Entre las estaciones de mayor uso en este polígono de la capital mexiquense se encuentran las ubicadas en Independencia, Cosmovitral, Alameda, así como las cercanas a Rectoría, mientras que el rango de edad que lo utiliza con mayor frecuencia es el que va de los 19 a los 33 años.
Entre los requisitos necesarios para hacer uso de este sistema de transporte están: cubrir el costo de la membresía que es de 333 pesos anuales, además del original y copia del comprobante respectivo, un comprobante domiciliario no mayor a tres meses de antigüedad, una identificación oficial y firmar la carta responsiva.
Ante este panorama, el coordinador de Movilidad de la asociación “El Poder del Consumidor”, precisó que al impulsar proyectos relacionados con el transporte y el espacio público o desarrollo urbano se deben abordar de manera integral, con un sentido de corresponsabilidad, donde el primer paso es garantizar los recursos para la operatividad.
Consideró que éste fue uno de los “huecos” que presentó Huizi desde su puesta en operación, pues no se definió cómo se iba a financiar este proyecto, pensando en que los periodos de gobierno se limitan a un trienio, por lo que “es necesario crear un mecanismo de institucionalización, pero sobre todo financiar el proyecto, a corto, mediano y largo plazo”.
Al institucionalizar este programa se garantizará que la siguiente administración también tome decisiones al respecto, evitando incluso la creación de programas similares que de alguna forma representen cierta competencia al propio Huizi.
“En primera instancia tienes que darle prioridad a algo que ya está institucionalizado, a algo que ya es parte de tu organigrama, si no lo vas a atender lo terminas desapareciendo, pero buscas un sustituto, no estamos con dos cosas atendiendo al mismo tiempo, cosa que está pasando en Toluca”.
Precisó que otro de los errores que se cometieron por parte del gobierno municipal fue el “politizar” este programa, ya que a la llegada de Fernando Zamora, se hicieron de lado buenas prácticas y algunos avances que se habían tenido en materia de movilidad.
“Con la nueva administración se desecha todo lo que ya se había trabajado en más de 10 años, por un interés político que es algo que no se debe de permitir”.
Sin medidas de planeación ni transparencia
El especialista en movilidad consideró que hasta el momento, en el Valle de Toluca no se han ejecutado medidas o programas de socialización y de sensibilización para que todos los usuarios de las vías (peatones, ciclistas, automovilistas y motociclistas) puedan andar sobre las calles “es uno de los grandes olvidos y vacíos, cosa que ha mostrado un gran desinterés la actual administración”.
Otro de los grandes vacíos que ha presentado Huizi, subrayó, es la falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos, pues sus similares de Ciudad de México y Guadalajara en sus propias páginas electrónicas oficiales difunden tanto el presupuesto designado, inversiones y número de personal que labora en éstas; sin embargo, en el caso de Toluca, la opacidad ha sido una constante.
“El tema de Huizi, ni por solicitud en transparencia hasta el momento nos han respondido; nos han dado este recurso de ampliación de plazo, no tenemos esa información, es algo que hemos solicitado. Otro de los grandes vacíos no solo en Toluca, es la falta de transparencia de datos”.
LC