La mexicana Gabriela Ramos Patiño se consolidó como aspirante a dirigir la Unesco al quedar en la “lista final” para suceder a la francesa Audrey Azoulay al frente de ese organismo de Naciones Unidas.
Junto a Ramos Patiño están en la terna el egipcio Khaled Ahmed El-Enany Ali Ezz y el congoleño Firmin Edouard Matoko, de acuerdo a la agencia de noticias EFE, citando a fuentes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Gabriela Ramos nació en Michoacán el 8 de abril de 1964, es economista y diplomática y durante dos décadas su trabajo se especializó dentro del seno de la OCDE y del G20.
Ramos es licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana y debido a su alto nivel académico, fue invitada a integrarse a la Secretaría de Relaciones Exteriores cuando la encabezaba Fernando Solana (1988-93).
Poco después decidió realizar una maestría en Políticas Públicas en la Harvard Kennedy School.
De 2000 a 2006, Gabriela Ramos tuvo bajo su cargo la dirección de la OCDE en México para luego integrarse en distintos cargos de ese organismo internacional en su sede central, en París.
En abril de 2017 fue nombrada directora general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por parte del entonces secretario general, José Ángel Gurría.
Desde 2020 ocupa el cargo de subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco, donde ha puesto su énfasis en temas como la Inteligencia Artificial (IA) o la igualdad de género.
En su candidatura defiende una Unesco "más fuerte, más inclusiva y más innovadora", en un momento difícil "marcado por la ruptura progresiva del sistema internacional y la pérdida de confianza en el multilateralismo", dentro de una "época de conflictos y de polarización".
"La solidaridad también está menguando y la cooperación al desarrollo se resiente, mientras aumenta el gasto en defensa", alerta.
Ramos advierte también de que "no estamos en vías de cumplir los compromisos internacionales acordados en el pasado, con consecuencias desastrosas para las personas y el planeta. No estamos consiguiendo cerrar las brechas de desigualdad que están desgastando nuestras sociedades y democracias".
A partir de este mes de abril comenzará el proceso de audiciones públicas y, en octubre, los miembros del Consejo Ejecutivo -que es el órgano principal de toma de decisiones para el funcionamiento de la Unesco, formado por 58 miembros que los Estados miembros eligen cada cuatro años- elegirán al nuevo director mediante voto secreto.
El triunfador de esa elección será entonces propuesto a la Conferencia General, donde están representados todos los Estados miembros, y su designación tendrá lugar en noviembre, en una reunión de ese organismo que se celebrará en Samarcanda (Uzbekistán).
El nuevo director tendrá un mandato de cuatro años renovable en una ocasión.
CHZ