Esta vez no hubo felicitaciones ni palabras de agradecimiento de opositores, ni siquiera de aliados. Gerardo Fernández Noroña terminó su presidencia en la Mesa Directiva de la Comisión Permanente y el Senado y mientras tocaba por última vez la campana para iniciar su despedida. Ya sus compañeros legisladores votaban para que su lugar fuera ocupado por Laura Itzel Castillo, quien, recién electa, marcó su línea y, contrario a su antecesor, garantizó diálogo con la oposición en sintonía con sus principios en la 4T.
Lejos quedaron esas despedidas a los presidentes de la Mesa Directiva que se ganaron el respeto y reconocimiento con su ejercicio diario, incluso de quienes ahora son acusados de las peores traiciones a la patria.
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Era la misma fecha, pero en 2021 y antes de levantar la sesión, Eduardo Ramírez Aguilar, hoy gobernador de Chiapas, no pudo tocar la campana para levantar la sesión hasta que terminaron de alabar su gestión, desde sus escaños, los líderes perredista, Miguel Ángel Mancera; priista, Miguel Ángel Osorio Chong; emecista, Dante Delgado, y panista, Kenia López.
“Usted, en este cargo tan importante, no se puso por encima de nosotros que somos sus pares, nunca se le olvidó que todos somos senadores e hizo usted una conducción impecable en el Senado”, le decía Lilly Téllez.
Incluso los más experimentados políticos tuvieron palabras de reconocimiento para Ramírez Aguilar.
“Nos ha impresionado gratamente su ejercicio, no cambie su forma de ser, puede usted tener la satisfacción del deber cumplido porque en el Senado, que a usted le tocó presidir, se pudieron crear espacios de entendimiento y acuerdo”, le decía Delgado Rannauro a un nobel político que tenía una sólida carrera en su estado (que hoy gobierna), pero que se estrenaba en las grandes ligas, cuando Morena todavía no sumaba con sus aliados, el Verde y el PT, la mayoría calificada.
“Saliste, no solo bien del riesgo, te elevaste, querido Eduardo, volaste. Quiero felicitar tu conducción prudente, madura, democrática”, le decía Beatriz Paredes.
La presidenta viene de abajo
Ayer se realizó la Junta Previa a la instalación del segundo año de la Legislatura y, en contraste con la despedida de la Mesa Directiva, el ambiente en los escaños era de fiesta y celebración por la presidencia de la séptima mujer que presidirá el Senado. Nadie pidió la palabra para reconocer el trabajo del youtuber de la 4T.
En su última sesión, Fernández Noroña invitó a los integrantes de la Mesa a posar para las cámaras. Antes, su compañera Imelda Castro y el pevemista Jorge Carlos Ramírez Marín le habían pedido la foto del recuerdo.
Mientras en los escaños, como niños en su primer día de clases, legisladores se saludaban, abrazaban y se ponían al día.
“La presidenta viene de abajo”, expresó la senadora Verónica del Carmen Díaz Robles, aludiendo a que la hija del histórico luchador social Heberto Castillo ocupaba un escaño en la parte inferior del Salón de Plenos.
La misma legisladora bromeó con la nueva presidenta de la Mesa Directiva:
—¿Cómo amaneciste?—.
—Bien —, respondió Castillo Juárez, ex consejera de Pemex, quien momentos antes había saludado efusivamente al senador Alejandro Esquer.
El líder del SNTE y senador morenista, Alfonso Cepeda Salas, pidió disciplina a su bancada: “Es tiempo de mujeres. Hay que cuadrarnos. Salió de abajo, de las bases, nuestra próxima presidenta. ¡Qué padre!”.
Con el puño izquierdo en lo alto y con su voto a favor de representar al Senado, Laura Itzel Castillo introdujo su papeleta en una urna transparente, mientras sus compañeros de bancada y sus aliados del Verde y PT coreaban: “¡Presidenta! ¡Presidenta! ¡Presidenta!”.
Incluso aún no era elegida y opositores ya se estaban acercando a felicitarla y darle la mano, como el panista Marko Cortés, e incluso el coordinador albiazul Ricardo Anaya.
Tras emitir su voto, Fernández Noroña se acercó a Castillo para darle la mano y un abrazo. Y así se dio la sucesión. Después de rendir protesta, la morenista dio un mensaje a todos los partidos políticos, a quienes convocó a que el Senado sea un espacio de debate real y de altura, donde fluyan con libertad las ideas, sin odio, sin racismo, sin clasismo y sin machismo, pues nada de eso debe “manchar” el intercambio democrático.
Y en su primera conferencia de prensa, se comprometió a trabajar con institucionalidad y respeto a la pluralidad que existe en el Senado.
“La única garantía que les puedo dar es mi persona, mi compromiso y mi trayectoria; de esta manera tendremos una relación de respeto y habremos de discutir con un nivel adecuado, por la representación que tenemos cada una y cada uno de nosotros”, expresó.
En la misma votación, el recién afiliado a Movimiento Ciudadano, Néstor Camarillo Medina, fue designado como secretario.
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Cara a cara
Por la mañana, en la sesión extraordinaria de la Comisión Permanente convocada este viernes el priista Alejandro Moreno y el morenista Gerardo Fernández Noroña se volvieron a ver las caras tras los jaloneos del miércoles.
El morenista leyó un pronunciamiento que fue aprobado por la mayoría de Morena, en el cual se condenó “con absoluta energía” la agresión perpetrada por seis legisladores del PRI.
El dirigente priista se expresó así: “ustedes lo saben, compañeros, la investidura se construye todos y cada uno de los días con seriedad, con oficio político, con aptitud, porque es el presidente del Senado de la República debe ser un señor que tenga todo el talante y el talento para que pueda cumplir con esa responsabilidad del Estado mexicano, no un mentecato, busca pleitos, desequilibrado, un patán que ha puesto al Senado mexicano en la mayor vergüenza en la historia de nuestro país”.
Así fue la sesión de la Comisión Permanente:
Y así le respondió Gerardo Fernández Noroña:
“En una asamblea se pueden acalorar los ánimos, puede haber inclusive jaloneos y aventones, pero nunca en la historia de este país habían subido seis legisladores de un solo partido a agredir cobardemente al presidente del Poder Legislativo, que, además, soy un hombre de 65 años.
"Entonces, sí, pero tu dirigente tiene 50, y los otros son muy jóvenes, tienen 30 quienes me golpearon, me golpearon tres: el senador Moreno, los diputados Mancilla y Eruviel”.
Así concluyó la presidencia de Fernández Noroña marcada con confrontaciones verbales, recursos como youtubero y la compra de una mansión de 12 millones de pesos, cuando omitió mencionar qué banco le otorgó el crédito hipotecario.
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