Amante del huapango y del son jarocho, el comisionado de Transparencia, José Guadalupe Luna Hernández, llegó a los 19 años a la Ciudad de México que muy pronto lo expulsó a Nezahualcóyotl, donde ha hecho su vida y formó su familia, integrada por tres hijos: una jovencita de 20 y dos pequeños de 5 y 2 años.
Aunque le gusta el cine, ha hecho una pausa en esta afición, dijo, por sus hijos ya que les dedica todo el tiempo posible; además, lee novela histórica, intenta hacer un poco de ejercicio en la mañana en la caminadora y disfrutar del entomatado y los tacos de suadero.
Compartió con Notivox Estado de México su vida en provincia, su empeño por destacar en la oratoria a pesar de su voz delgada, así como su activismo social, tareas en el hogar como hermano mayor, donde le tocaba desde tender las camas hasta hacer huevos estrellados y de su llegada a la gran urbe.
¿Cuándo llegó al Estado de México?
Primero fue a la Ciudad de México y me pasó lo que a muchos que llegué del interior de la República a la capital y la capital me expulsó a la periferia y llegue a Nezahualcóyotl en el 94 a hacer mi licenciatura en la UNAM. Tenía 19 años, llegué solo, mis papás todavía viven en Veracruz, mis hermanos están allá, en Tlaxcala y en Estados Unidos.
¿Cómo fue el paso de provincia a la gran urbe?
Muy complicado porque en casa la familia era de condiciones económicas muy limitadas, había que estudiar para salir adelante. Al finalizar la prepa estaba entre si me quedaba en Xalapa para estudiar Teatro o Derecho o me venía a estudiar Ciencia Política porque en ese tiempo en Veracruz no había la carrera.
Llegue a la casa de una prima de mi mamá, que me alojó durante un año y a los seis meses comencé a buscar trabajo, inicié en la Cámara de Diputados sacando fotocopias, haciendo de todo, eso me permitió llegar a la escuela con ventajas porque diario leía 10 periódicos.
¿Cómo llegó a la Cámara?
Fue una coyuntura muy casual, mi madre siempre empujó mucho el abrirme espacio en la vida, en el pueblo en un acto político andaba el candidato a diputado, se le colgó y le dijo: mi hijo va a ir para allá y va a estudiar Ciencia Política, recíbalo y le dio una tarjeta firmada, Juan Antonio Neme, del PRI, eran los tiempos de la aplanadora, hice mucha ante sala, pero logré que me recibiera y me puso en la fotocopiadora, revisaba documentos.
En la mañana trabajaba ahí y por la tarde me iba a la universidad. Estuve en San Lázaro un tiempo, después tuve la fortuna de incorporarme a Nezahualcóyotl, cuando el PRD gana en el 96. Entro a la de 97 - 2000 y luego del 2000 hasta 2015 en la Cámara local.
No hice muchos contactos, soy malo para las relaciones públicas, me considero una persona tímida, pero el trabajo me ha ayudado, soy muy matado, trato de estudiar las cosas lo más profundamente, siempre busco resultados y me exijo mucho. En la UNAM me gustó la economía por mis fijaciones marxistas, los números no me eran lejanos en algún momento quise ser físico matemático.
¿Iba por Teatro o Derecho?
En Veracruz había un trabajo cultural muy fuerte en las escuelas, en la secundaria empecé a involucrarme en la oratoria y declamación, hacía incursiones en investigación documental, hice monografía de la ciudad, en la prepa había un circuito de concurso de teatro y poesía coral y siempre estaba en esas actividades.
Fue muy chistoso porque cuando entré a la secundaria tenía la voz muy delgada, entonces nos tocaba con la maestra que era la cacique de oratoria y ella elegía para llevarlos a concursos y no me escogió, le dije y me contestó tú no, tú ve a hacer otra cosa, pero fui al concurso, yo mismo hice mi discurso y se sorprendió.
En tercero gané en la escuela, en la zona y me fui al estatal, en prepa los dos primeros años fui al estatal, era solista en poesía coral, hice un monólogo sobre Saulo de Tarso, además del activismo logramos que no se cancelara el pase automático de secundaria a la preparatoria.
En la universidad encuentras el mundo completo, pasó el movimiento zapatista, había que ir a las marchas, participar en la convención democrática. Pude involucrarme en otras cosas, en Veracruz hubo tentaciones del Tecnológico de Monterrey que iba abriendo y del Frente Juvenil Revolucionario.
¿Aprendió a cocinar cuando vivió solo?
Soy el mayor de cinco hermanos y mis papás se dedicaban al negocio. A mi hermano el que me sigue le llevo cinco años, soy el mayor y luego la escalerita, había tareas domésticas, éramos cuatro hombres y la mujer la de en medio; no hubo eso de que lo hacen las niñas.
Empecé a hacer huevos estrellados, la cama y cuando vives solo tienes que lavar la ropa, planchar, coser y todo. Ahora trato de ayudar en la casa.
LC