Investigaciones basadas en más de 32 mil estudios establecen que ninguno de los medicamentos y ensayos clínicos es eficiente para combatir el SARS-CoV-2 y que puede pasar hasta un año para determinar si una persona puede generar inmunidad después de entrar en contacto con la cepa pandémica, explicó el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela.
Por el momento, dijo, los ensayos clínicos establecen que ninguno de los medicamentos existentes y los cuales están en fase experimental resultan “seguros y efectivos” para tratar el covid-19 y evitar falla orgánica múltiple entre pacientes de alto riesgo.
En su “visita inesperada”, como la definió, en el informe epidemiológico que se da todos los días en Palacio Nacional, Alcocer Varela explicó que, por ahora, el único mecanismo de defensa es el propio sistema inmunológico, para enfrentar el nuevo enemigo.
Un enemigo que ataca las vías respiratorias alta y continúa su paso por la tráquea, laringe, bronquios, tejido pulmonar, afectado otros órganos, intestino, hígado, riñón, corazón y cerebro.
Un individuo, dijo, a lo largo de su vida llega a tener contacto con un billón de patógenos, bacterias, virus y agentes químicos en piel, mucosa, sangre, intestino y pulmón.
“Estamos llenos de patógenos, desde la boca hasta los pies”, pero gracias a los anticuerpos, se producen 100 mil millones, y a los 10 mil billones de linfocitos, que conforman la “guardia nacional”, el ser humano puede enfrentar esos ataques.
Pero el SARS-CoV-2, precisó, sigue siendo motivo de estudio para determinar cómo frenar que al llegar a las vías respiratorias superiores, pasen por el tracto intestinal, se replique en pulmón, riñón, hígado, corazón, genere inflamación, convoque la congregación de otras bacterias y virus, genere choque séptico (infección generalizada) y fala múltiple en órganos y generar la muerte.
El secretario de Salud dijo que el nuevo coronavirus, como sucede con otros de la misma familia, tiene la capacidad de replicarse, multiplica su estructura RNA viral, ensamblarse en celular y, por ello, resulta altamente agresivo entre personas con factores de riesgo, como hipertensión.
En la actualidad, precisó, se corren estudios clínicos de investigación, entre estos, el liponavir y ritonavir, remdesivir, hidroxicloroquina y tocolizumab.
La ganancia obtenida, en algunos de estos tratamientos, como el remdesivir, aclaró, es en cuanto a reducción de tiempo hospitalario, de 12 a 10 días, aproximadamente.
La hidroxicloroquina y el anticuerpo tocolizumab, por ejemplo, frenan las moléculas que causan inflamación.
Sin embargo, “no hay datos suficientes para promover o desincentivar el uso de Cloroquina o hidroxicloroquina, remdesivir, hidroxicloroquina más azitromicina, lopinavir o ritonavir”.
Así como, “plasma convalecientes o inmunoglobulina hiperrinmune e inhibidores de interleucina-6”.
El virus, en la primera fase de la enfermedad, ha demostrado que hasta el 30 por ciento de la población infectada puede generar inmunidad, inclusive, carecer de sintomatología.
Pero si el contagio continúa, es decir, ya se presenta con síntomas leves o moderados, el 55 por ciento después de ese periodo de contagio puede generar inmunidad.
En el caso de los pacientes “más graves” que ya requieren ventilación mecánica, aseveró, y que caen en hospitalización, pueden fallecer.