Monterrey fue el punto de partida de una experiencia única para el cónsul Guillaume Pierre, quien llegó a la ciudad hace cuatro años con la encomienda de abrir el primer consulado de Francia en esta región, desde donde estrechó lazos con los regiomontanos.
“Me tocó abrir este consulado; es un nuevo consulado. Fue una experiencia profesional muy interesante. Escogimos Monterrey porque hay mucho dinamismo, muchas oportunidades, mucho que hacer”, expresó el diplomático francés.
Durante sus cuatro años de gestión, uno de los pilares en los que se enfocó fue la educación. En este periodo, alrededor de 700 jóvenes de Nuevo León realizaron intercambios académicos en Francia, además de contar con diversas opciones de becas para continuar su formación académica y salir de las instituciones educativas con más preparación para que les permitan oportunidades laborales.
“También tenemos programas de becas, muchos programas. Hay una lista en un sitio que se llama campusfrance.org, que es nuestra organización que ayuda a los estudiantes a conseguir becas y organizarse para viajar”, explicó.
El arte y la cultura también ocuparon un lugar central en su labor consular. Pierre mantuvo un diálogo constante con instituciones como la Escuela Superior de Música y Danza, universidades locales y festivales culturales, impulsando programas de residencia artística que permitieron la colaboración de creadores franceses en Monterrey.
“Tenemos un programa de residencia con artistas que vienen por tres o cuatro meses para desarrollar un proyecto artístico aquí”, comentó.
Tras años de representar a su país en Monterrey, el cónsul de Francia se despide destacando la calidez de su gente y la experiencia que, asegura, marcará su vida.
“Me llevo muchos buenos recuerdos de una ciudad en la cual fue muy agradable trabajar, de gente muy amigable. Súper experiencia que está aquí, en mi corazón”, destacó. Guillaume Pierre concluye su misión en Monterrey con una trayectoria marcada por el fortalecimiento de lazos culturales, educativos y diplomáticos.
