Entre madera, escombros y cenizas, 17 familias purépechas fabricantes y vendedoras de muebles, reconstruyen lo que era su hogar, hace una semana el fuego consumió sus hogares, también la madera y herramientas con las que hacían sus muebles.
Los 25 locales extinguidos por el incendio funcionaban como viviendas, y hoy a pesar de las recomendaciones de Protección Civil y Bomberos y el ayuntamiento de Tlaquepaque de no habitar la zona, cada familia reconstruye su casa.
“Ahorita estamos batallando mucho porque como teníamos invertido en madera nos quedamos sin nada, pero con mucho esfuerzo y poco a poquito vamos a levantar y vamos a superar esto que pasó”, aseguró Cecilia Sandoval, fabricante de muebles afectada.
Burós, percheros, bases para cama y algunas tablas es todo lo que sobrevivió al incendio de la semana pasada, los purépechas lo recabaron en este lugar, lo van a mantener aquí para repararlo y posteriormente e intentar venderlo.
Las mujeres, hombres y niños que conforman esta pequeña comunidad no aceptaron asilo en albergues del DIF. Este lote lleno de tierra, lonas, madera y piedras es y será su hogar.
Hasta Francisco y Jesús, de dos y 9 años se han adaptado con lo poco que tienen, incluso esta loza de cemento resultó ser funcional, ahí tallan y lavan su ropa hasta quedar limpia.
Camilo es uno de los pocos afortunados que no perdió su casa en el siniestro, aunque lo que más valora es que su plantío de maíz quedó intacto y a finales de junio podrá cosechar las mazorcas.
“Agradezco que teníamos agua pues, un poquito de agua que me salvó mis plantas y me da gusto de que esta como lo ven, bien verdecito”, expresó.
Ahora y durante los próximos días, el sonido del martillo contra la madera será lo que más escuchen, aseguran no pararán hasta reconstruir lo que devastó el fuego.
MC
