La nueva normalidad carece de sentido para las personas más desprotegidas y que viven en pobreza, porque su situación de precariedad se mantiene y aumentan las dificultades para comprar los alimentos, contar con vivienda y recibir educación.
En el punto anterior coincidieron Héctor Morales Gil de la Torre, titular de la Coordinación de Programas de Incidencia Social (Coincide) del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y Verónica Adriana Rosas Jiménez, responsable de la Casa Segundo Montes de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Durante el foro virtual “Repensar lo social para afrontar la pospandemia covid-19”, organizado por el Iteso, la Ibero Ciudad de México y la Ibero Puebla, Rosas Jiménez explicó que la Casa Segundo Montes de la institución jesuita se encuentra en la colonia Valle del Paraíso al suroeste de la capital poblana, zona en la que se aprecian espacios de exclusión e inclusión desigual.
“Las personas llegan a la ciudad para ser incluidos, pero no tienen derecho a construir una forma de vida digna. El territorio se conforma de una migración local de personas que provienen de la Sierra Norte de Puebla, así como de estados como Oaxaca y Veracruz. Se ha presentado un desplazamiento de personas que llegan de otras zonas de la ciudad, lo que deriva en un crecimiento poblacional fuerte”, explicó.
Detalló que, entre los vecinos, Casa Ibero es vista como un espacio neutral para la resolución de conflictos, lo cual, permitió la construcción de redes de apoyo con parroquias y organizaciones de vecinos contra la inseguridad.
“Es momento de repensar lo social para transformarnos como sociedad. Debemos reconocer el trabajo de cuidados y de reproducción de la vida, no sólo de médicos, sino de las mujeres”, expresó Rosas Jiménez.
En su oportunidad, Morales Gil de la Torre, comentó que en las zonas rurales existen problemas relacionados con la disponibilidad de agua.
“La pregunta de cómo retornar a la normalidad no tiene mucho sentido, pues, para muchos grupos sociales, la normalidad implica buscar alternativas ante una sociedad que vive acomodada”, explicó Morales Gil de la Torre.
Señaló que, en las zonas urbanas del país, las complicaciones se presentan por una baja escolaridad y empleabilidad, la estructura económica y tejido social débiles, los entornos de violencia y la subutilización de espacios públicos.
Ante las complicaciones que están enfrentando las personas, el especialista del Iteso resaltó la importancia de trabajar en la reconstrucción del tejido social. “La intervención en las zonas rurales y urbanas sí hace diferencias. Lo importante no es el precepto que deriva de la universidad, sino cómo acompañamos desde los procesos de autonomía de las poblaciones”, cerró.
Por su parte, David Fernández Dávalos, rector de la Ibero Ciudad de México-Tijuana, recordó que a 70 días de que inició la llamada cuarentena, el país suma la pérdida de más de cinco millones de empleos.
“Es momento de pensar en el periodo pospandemia desde la pandemia misma para marcar el rumbo de las acciones futuras. Esta situación es una oportunidad inmejorable para repensar lo social. Tendremos que volver a pensar lo social desde la pandemia, pues ésta llegó para quedarse”, finalizó.
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