Según los expertos en medio ambiente, la primavera se adelantó este 2020 provocando altas temperaturas que se han ido incrementando sobre todo en las ciudades, lo que ha sido consecuencia del efecto “isla de calor”, derivado de la deforestación que se sufre a nivel mundial.
Ricardo Ibelles, de la Fundación Rescate Arbóreo explicó que las islas de calor son áreas en un territorio donde se ha colocado pavimento o asfalto tras desmontar la cobertura vegetal. El material pétreo absorbe el calor, al contrario de las plantas, las cuales lo retienen y lo disipan disminuyendo el impacto calórico.
“Tú puedes medir la temperatura en el estacionamiento de algún centro comercial o calle, y luego en un parque. Aún a la misma hora en la misma ciudad los efectos son totalmente diferentes, hay una diferencia de grados entre cinco y ocho grados centígrados”, mencionó.
Señaló que todo el corredor Industrial del Bajío es una zona muy perturbada por la actividad humana y tiene una carencia muy grande de vegetación nativa, lo que traerá graves problemas incluso en el corto plazo.
“Según expertos establecen que faltan árboles en la marcha urbana en León, debería de haber un tercio de árbol anclado al suelo por cada habitante. Andaríamos rondando entre 550 mil y 600 mil árboles y no llegamos ni siquiera a 350 mil. Cada uno de nosotros necesitamos 22 árboles para vivir”, señaló.
A lo que agregó: “En las superficies de áreas verdes el déficit es muchísimo mayor, porque hay estudios del municipio de León y a veces dice que es 2.6, a veces se va hasta 4.6 y total, nunca hemos llegado a los 9 metros cuadrados de área verde por habitante que es el ideal señalado por muchos especialistas”.
Reiteró que la deforestación ha traído consecuencias, ya que al perder cobertura vegetal ya no se atraen las lluvias, no se retiene la humedad, hay exceso de calor, no se disipa este calor del ambiente, se pierden elementos de humedad, entre otros.
Concluyó que aunque ha disminuido el flujo vehicular, las condiciones atmosféricas y la contaminación del aire no han mejorado sustancialmente. Por lo que habrá que empezar a trabajar la cuestión del arbolado, cuidado del suelo, de los ecosistemas y de la riqueza biológica del estado.