Un 6 de marzo del 2024, marcó la historia de la Universidad Tecnológica de Guadalajara (UTEG), el plantel fue escenario de un trágico suceso; el asesinato de dos mujeres a manos de un joven que ingresó con un machete, el caso conmocionó a la comunidad universitaria y a la sociedad en general, una historia de horror que los administrativos y alumnos no podrán olvidar jamás.
El crimen no solo conmocionó a la comunidad educativa, sino que también evidenció fallas en seguridad. A un año del suceso, familiares y compañeros de las víctimas aún buscan respuestas y garantías para evitar que algo similar vuelva a ocurrir.
¿Cómo ocurrió el ataque en UTEG hace un año?
La tarde del 6 de marzo de 2024, Gabriel Alejandro "N", de 19 años, ingresó armado con un machete a las instalaciones de UTEG. En cuestión de minutos, atacó a tres personas: Blanca Lilia Rodríguez Galeana, de 37 años, Ana Gabriela, de 32, y un coordinador educativo.
Los gritos y el caos alertaron a alumnos y trabajadores, quienes intentaron refugiarse. Las dos mujeres fallecieron en el lugar, mientras que el hombre herido logró sobrevivir. Momentos antes del ataque en la universidad, Gabriel Alejandro "N" había asesinado a Mónica Abigail Najar Susilla, de 25 años, en un motel cercano.
Cámaras de seguridad permitieron rastrear sus movimientos, confirmando su responsabilidad en ambos crímenes. Elementos de seguridad lo detuvieron en el lugar y confiscaron dos armas blancas y un hacha, con las que perpetró los ataques.
La noticia causó indignación y miedo entre la comunidad estudiantil. Durante los días posteriores, se realizaron marchas y protestas exigiendo mayor seguridad en las instalaciones y sus alrededores.
¿Qué pasó con el atacante de UTEG?
Gabriel Alejandro "N" fue vinculado a proceso por feminicidio y tentativa de homicidio. Ocho días después del ataque, un juez determinó su prisión preventiva por ambos casos.
Meses después, el 5 de agosto de 2024, el joven fue encontrado sin vida en el penal de Puente Grande, Jalisco. Su muerte generó especulaciones sobre las condiciones en las que se encontraba dentro de prisión.
En cuanto a la universidad, UTEG reforzó sus medidas de seguridad con mayor vigilancia, controles de acceso y patrullajes. A pesar de estos cambios, estudiantes y trabajadores aseguran que el temor sigue presente en la comunidad.
Un año después, la fachada de UTEG aún muestra un moño negro en memoria de las víctimas. En el lugar del ataque, compañeros y familiares han dejado arreglos florales para recordar a Blanca Lilia y Ana Gabriela.
MC