Han transcurrido dos meses desde la masacre suscitada en San Bartolo de Berrios en el municipio de San Felipe que cobró la vida de 7 jóvenes, por lo que Causa en Común y el Observatorio Nacional Ciudadano se han pronunciado al respecto.
Ambas organizaciones coincidieron en que la carente presencia de seguridad en comunidades es aprovechada por cárteles para extenderse en territorio y, por ende, es que se presentan ataques armados en dichos lugares debido a las pugnas entre estos grupos.

Nancy Angélica Canjura Luna, investigadora en Causa en Común, explicó que, dado la gran extensión de este tipo de comunidades como lo es San Felipe y que haya poca presencia de fuerzas de seguridad, capta su atención, haciendo que estos lugares que antes no eran focos rojos lo sean con el transcurso del tiempo.
"Es un problema que México ha tenido desde que existe, el no contar con la fortaleza institucional que le permita cubrir todo su territorio para mantener este orden y que eso ha sido aprovechado muy bien por los grupos delictivos y que ahora vemos esas consecuencias, que vemos cómo la violencia ha migrado a estas partes del país (...) la violencia se mantiene en las comunidades más rurales y que en este caso de Guanajuato no es la excepción", dijo.
Señaló que estos actos frenan el avance de la misión de las autoridades de tener una cercanía con los ciudadanos, facilitando aún más la movilización de los grupos delictivos, por lo que, al no tenerse una fuerte policía municipal que ayude a estas comunidades, es ahí donde debe entrar esta conjunción con las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado de Guanajuato, Guardia Nacional y Ejército para intervenir.
"Por eso también mencionamos la importancia de que existan policías locales, pero al mismo tiempo de que las estrategias de seguridad respondan a las dinámicas muy particulares del territorio, entonces, si se ve que la policía local es insuficiente para cubrir el territorio, para hacer frente a estos grupos delictivos, pues entonces ahí es donde entraría la federación, la policía estatal, sin embargo, pareciera que no se generan estas comunicaciones".
"También hemos visto cómo se replican estos lugares donde si bien tenemos masacres similares, también tenemos asesinatos que se dan por balas perdidas, que se dan de manera colateral y que también generan mucho dolor d la comunidad", puntualizó.
Por su parte, Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, argumentó que el fin de esta violencia provocada por grupos delictivos es subyugar a los habitantes de las comunidades y autoridades, en el que llegan al extremo para que no se muevan las personas de estas comunidades.
"Es un mecanismo de control; la violencia homicida es el mecanismo más poderoso de control sobre una comunidad, porque entonces, si alguien se quiere revelar, pues obviamente no lo va a hacer".
"Porque precisamente esa violencia doblega a una comunidad. Tú te levantas una vez e intentas poner un mínimo de límite a los abusos de la delincuencia, pero llega cinco segundos después y te secuestra a 15 personas, pues obviamente ya no vas a tener los mismos intereses y la misma disposición a tratar de protegerte y comunitariamente hacer algo. Entonces, evidentemente, este tipo de casos, lo que quieren hacer es mandar mensajes con el fin de doblegar a las comunidades y a la autoridad", concluyó.