Vecinos de Pueblo Quieto en Guadalajara piden que las autoridades los volteen a ver. En este temporal, sus casas se hunden o se caen. También hay encharcamientos que son un riesgo para que el mosco transmisor del dengue se reproduzca.
“Le ponemos varias cortinas alrededor para que no entren los mosquitos y ahorita cómo hay mucho bebé nacido pos peor”, dijo Briana, una de las vecinas.
Pueblo Quieto se encuentra junto a las vías del ferrocarril sobre avenida Inglaterra y Niños Héroes, dentro de la colonia Jardines del Bosque, en Guadalajara.
Uno de los ingresos más conocidos se ubica por la calle Tormenta, aquí, las personas preparan sus alimentos en la vía pública.
Es casi nulo el uso cubrebocas en época de pandemia por coronavirus. “Ya si me toca que me pegue ya le daremos de comer a los gusanos porque también tienen derecho de comer”, dijo un vecino.
Las viviendas están hechas de madera, aluminio, cartón y plástico. Aquí, radican familias enteras, más los migrantes que van de paso o se quedan.
La mayoría de los habitantes viven de la venta del cartón, salen a pedir dinero a las calles, cuidan o lavan coches, o se dedican hacer mandados como Don Enrique.
“Nunca lo van a cambiar, que me disculpen que diga eso pero nunca la va a cambiar. Porque cree que no quieren voltear a esta colonia porque dicen que aquí Pueblo Quieto es una bola de rateros. Sí hay, pero no como ellos dicen”, dijo.
SRN