Miguel no es "apartalugar", él se autodenomina cuidador de motos y franelero, pero lo han detenido siete veces en cuatro años, durante los operativos del Gobierno de Guadalajara para inhibir la práctica de apartar lugares en las calles de la perla tapatía.
El moto-estacionamiento público del cruce de avenida Juárez y Ramón Corona, es su lugar de trabajo.
Todos los días llega temprano y con franela en mano saluda a los que estacionan su motocicleta, después les garantiza que echará un ojo al vehículo.
Miguel asegura que su presencia en el estacionamiento inhibe el robo de las motos.
“Por eso yo estoy aquí porque hace cuatro años se robaban las motos. Yo entiendo que está la policía municipal, estatal y federal pero ellos no pueden hacer esta actividad porque no se dedican a esto. Ellos supuestamente, entre comillas, tienen que resguardar la ciudad y no pueden darle prioridad a un estacionamiento”.
Él piensa que el ayuntamiento de Guadalajara debería regularizar a las personas que vigilan los automóviles o motocicletas en lugares públicos porque considera que su labor es esencial en zonas concurridas como el centro histórico.
Al ser un espacio público, Miguel sabe que es ilegal condicionar o cobrar a los usuarios por cuidar sus motos. Sin embargo, pide aportaciones voluntarias.
“Nosotros no cobramos ni un cinco pero hay gente que no da y se pone medios bravos diciendo que el estacionamiento es gratuito, sí pero yo también les digo que lo que hacemos es cuidar, entonces deberían un poquito de pensamiento y de razonamiento que te cuidamos la moto y es para que no pase nada, te vayas a gusto y cuando vengas, la moto esté aquí", dijo Miguel Ángel Toscano, franelero y cidador de motos.
Pero hay usuarios a los que no les parece abusivo ofrecer propina porque sienten que Miguel sí cuida su vehículo.
“Al momento de llegar aquí al centro pues llevas esa incertidumbre de dejar tu bien aquí y que alguien llegue y te la pueda robar y pues estos muchachos pues como sea te están ayudando y al final se están ayudando con su economía de ellos mismos”, comentó el usuario Fabián Gutiérrez.
Juan Carlos tiene 15 años. En cuidar, lavar y limpiar motos ha encontrado una forma de salir adelante. Por día gana hasta 300 pesos.
Aunque dicen no ser apartalugares, tanto Miguel como Juan Carlos corren cada vez que ven una patrulla porque los han detenido en varias ocasiones bajo el argumento de que custodiar la zona es una falta administrativa.
JMH