Las secuelas del covid-19 no sólo han sido a nivel salud, muchos trabajadores como Luis Ramírez, pespuntador de calzado, han visto disminuidos cada vez más sus ingresos. A pesar de ello no se dan por vencidos; un par de máquinas compradas con mucho esfuerzo, un espejo, peines y ganas de salir adelante fueron en el caso de Luis la oportunidad para cumplir su sueño de iniciar su barbería
"Con este negocio apenas llevo 15 días, hace tiempo yo iba a una barbería y me empezó a gustar como me lo cortaban, como me lo detallaban, me empezó a llamar mucho la atención y es por eso que decidí ingresar a este mundo" comentó.
Cómo todo negocio, el inicio no es fácil y por ello combina los tiempos: medio día lo dedica a su nuevo sueño y los tiempos libres al pespunte de calzado donde antes producía más de 60 pares y hoy por la crisis apenas 24.
"Cuando no tengo cortes me pongo a pespuntar y con los mismos cortes voy nivelando lo que yo ganaba antes" comenta Luis
Su familia y amigos han sido una gran red de apoyo, su esposa desde un inicio lo impulso a perseguir sus metas, su madre que es dueña de una estética le brindó un espacio para instalarse e inclusive amistades le regalaron peines, pinzas e insumos para echar a andar el negocio.
"Los clientes al principio se cohibían porque soy nuevo, muchos me preguntaban ¿si sabes?, cada vez que termino les pregunto si les gustó, siempre se van satisfechos" agrega.
Su talento lo hizo ser recomendado en varias colonias de León, gracias a eso y a la imposibilidad de muchos de salir de casa a hacerse un buen corte, implemento el servicio a domicilio.
"Yo voy, llevo mis cosas, un cubrebocas y Gel antibacterial antes de empezar" comenta.
Lo que empezó como una alternativa para llevar la comida a su mesa, hoy se ha convertido en un plan de vida, por lo que cuando termine la contingencia se dedicará de lleno a esta actividad, su sueño es tener una barbería más grande.