El silencio dolía, las flores no alcanzaban, y las lágrimas no dejaban de brotar este viernes cuando familiares, amigos, colegas, vecinos y estudiantes despidieron con el alma rota a la maestra Rosa Idalia Matías Regino, a su esposo José Luis Rodríguez Martínez y a su bebé, Gema, que aún llevaba en el vientre.
Los tres murieron en el accidente ocurrido en la carretera Cuacnopalan-Oaxaca, que también cobró la vida de Crimilda Matías Regino, hermana de Rosa; la familia viajaba unida, y unida partió.

Tras este hecho, quedan dos pequeñas gemelas huérfanas, dos niñas que hoy caminan con una herida imposible de entender y mucho menos de sanar.
Sus colegas refieren que Rosa Idalia no fue solo una maestra, fue una mujer con alma de guía, corazón de madre y entrega de heroína. En la Primaria General Francisco Villa dejó mucho más que clases: dejó amor, vocación y huellas imborrables en generaciones de estudiantes.
✨????️ Familiares, amigos, colegas, vecinos y estudiantes despidieron con el alma rota a la maestra Rosa Idalia Matías Regino, a su esposo José Luis Rodríguez Martínez y a su bebé, Gema, que aún llevaba en el vientre.
— Notivox Puebla (@Milenio_Puebla) May 16, 2025
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Este viernes, su escuela se convirtió en altar, donde yacían sus restos, los de su bebé, y los de su esposo. Ahí se escucharon los acordes de un mariachi triste, el aroma del incienso, las flores que no bastaban y los abrazos que intentaban contener un dolor imposible. Fue más que un homenaje: fue un grito de amor y agradecimiento por su existencia.
Hoy, su luz se apaga de forma brutal, inesperada, y nos deja con el alma vacía. La comunidad entera llora su partida, mientras el cielo recibe a una familia que partió junta, dejando aquí un amor que ni la muerte podrá borrar.
AAC