Graciela ha vivido los últimos dos años sin conocer el paradero de su hijo mayor, Marco Antonio Trejo Gutiérrez, quien desapareció el 31 de marzo de 2019 en Zapopan.
Ese día Marco Antonio salió de su casa ubicada en Zapopan para dirigirse a la comunidad de Oconahua, en el municipio de Tala a comprar pastura para sus becerros, pero nunca volvió.
"Nada más sé que él venía de Oconagua rumbo aquí a Zapopan. En el trayecto lo pararon unas personas y lo persiguieron y persiguieron y hasta aquí en Ruiseñores y ya de ahí se lo llevaron", detalló Graciela.
Dos semanas después, la Fiscalía encontró la camioneta en la que viajaba Marco Antonio, estaba estacionada en una brecha del poblado. El vehículo tenía múltiples impactos por arma de fuego en las puertas, los vidrios y el cofre, sin embargo, no había rastro del hombre.
Esa es la única pista que existe sobre la desaparición de Marco Antonio y desde entonces la Fiscalía no ha brindado ningún avance en la investigación.
"No he tenido respuesta. He sentido que no hicieron la búsqueda a tiempo, en su momento dejaron pasar el tiempo. Me dijeron que era un proceso. El proceso tiene dos años y medio y no he tenido respuesta", señaló la madre.
Antes de su desaparición, Marco Antonio se dedicaba a la carpintería. Actualmente tiene 30 años, es esposo y padre de dos hijos, una niña de 10 y un niño de 5 años.
"No entiende, el niño no entiende las cosas. La niña sí sufre por la ausencia de su papá y pues qué le podemos decir".
La desaparición de Marco ha destrozado a toda una familia. Su madre, esposa, hijos, primos, hermanos y hasta sus vecinos lo extrañan todos los días. Siempre lo recuerdan y no pueden evitar pensar dónde está.
MC