Esta semana se aprobó en Florida un estímulo de 106 millones de dólares para apoyar la educación cívica en las escuelas. Los maestros que se licencien para enseñar la materia recibirán 3 mil dólares en bonos, pero tendrán que mantenerse alejados de la “Critical Race Theory” para la que según el gobernador Ron DeSantis “no hay lugar” en las aulas del estado. Más adelante te contamos qué es y por qué genera controversia en EU.
“Déjenme ser claro: No hay lugar en nuestras aulas para cosas como la critical race theory,” dijo DeSantis. "Enseñarle a los niños a odiar a su país y a odiarse entre ellos no vale ni un centavo del dinero de los contribuyentes.”
¿Qué es la Critical Race Theory?
La Critical Race Theory (Teoría Crítica de la Raza en español) es una corriente de pensamiento que busca mostrar que el racismo sigue estando presente en la sociedad y que limita los derechos constitucionales de los individuos de grupos marginados como los afroamericanos, los latinos y los asiáticos, entre otros. También examina la forma en la que la raza y el racismo influyen en la política, la cultura y la ley.
Surgió como respuesta a la idea de que la desigualdad racial se había acabado en los Estados Unidos después del Movimiento de Derechos Civiles y que ya no hacía falta seguir actuando para erradicarla. Cuestiona el por qué se debe estudiar el mundo desde el lente de la supremacía blanca si eso era una herramienta que usaban los estadunidenses blancos para ganar y mantener el poder en el pasado.
¿Por qué genera controversia en EU?
Hay muchas opiniones encontradas sobre esta teoría y su aplicación en la enseñanza de civismo en las escuelas de Estados Unidos.
Sus defensores dicen que estudiar la historia de los diferentes grupos étnicos del país sería imposible sin la Teoría Crítica de la Raza.
“Los estudios étnicos sin teoría crítica de la raza no son estudios étnicos. Sería entonces como una clase de ciencias sin el método científico. No hay un análisis crítico de los sistemas de poder y de las experiencias de estos grupos marginados sin la teoría crítica de la raza”, dijo Manuel Rustin, maestro de historia de secundaria en Pasadena, California, y presidente del subcomité de la Instrucional Quality Commission que se encarga de diseñar los planes de estudios de su distrito.
Por el otro lado, sus detractores aseguran que fomenta el separatismo social ya que asume que siempre hay opresión de un grupo sobre otro.
“Cuando se le dice a los estudiantes que los privilegios que tienen están basados en su raza y que eso los hace dominantes u opresores sobre otras personas, es una práctica discriminatoria. Pone a unos grupos en contra de otros y eso creará hostilidad y tensiones”, dijo Lori Meyers, una maestra del Área de la Bahía de California que es líder de Educadores para la Excelencia en los Estudios Étnicos.
Según Meyers sí hay lugar para esta teoría en la educación, pero no debe ser “la única herramienta en la caja de herramientas.”
En septiembre del año pasado, el ex presidente Trump cortó todos los cursos sobre Teoría Crítica de la Raza en las agencias federales diciendo que eran “propaganda anti-americana.” En cuanto Joe Biden tomó posesión firmó una orden ejecutiva revirtiendo esa medida y dando permiso para impartir cursos sobre racismo, diversidad e inclusión.
pmm