El tener cerradas las iglesias y no asistir a una misa, no ha sido impedimento para que los feligreses mantengan en pie la conmemoración del Miércoles de Ceniza desde sus hogares.
Hoy, la tradición que marca el inicio de la Cuaresma se vive de una forma diferente, ahora no es el sacerdote quien marca la frente con una cruz; hoy para evitar contagios de covid-19 de forma segura son los mismos fieles quienes hacen esta acción.
Por primera vez, con el aval de las autoridades eclesiásticas, desde hace una semana en los templos se comenzaron a repartir los “sobres” de ceniza, junto con una oración para su adecuada colocación en la frente, además de que invita a seguir las misas de forma online.
Desde temprana hora, se observó en un recorrido realizado por MILENIO que en las principales iglesias del primer cuadro de la ciudad de Monterrey se registraron filas de personas que buscan recibir la ceniza pese a los llamados que se han hecho previamente de no exponerse.
Ante esta situación, muchos templos optaron por cerrar sus puertas por completo y entregar en otro punto la ceniza, mientras que en algunos más, ante la insistencia de las personas dieron acceso al recinto para el rezo personal.
Estas acciones se deben de estar realizando en los más de 250 templos que existen en Nuevo León, y se espera que conforme pase el día seguir recibiendo a más personas para entregarles sus paquetes de ceniza.
Aunque un principio se tenía contemplado desarrollar esta celebración de forma presencial, donde incluso los sacerdotes iban a seguir un protocolo sanitario, esto se vino abajo luego de que se informara que ante los altos niveles de contagios, muertes y hospitalizaciones por covid-19 se suspendía cualquier actividad eclesiástica con público este Miércoles de Ceniza.
En el 2020 las festividades religiosas, a causa de la pandemia, sufrieron de manera inesperada un cambio total, camino que posiblemente continúe dándose en este año.