En el recuerdo han quedado las fiestas infantiles, la posibilidad de celebrar con familia y amigos de los cumpleaños y ocasiones especiales de los más chiquitos se ha perdido con la pandemia de covid-19, y junto a ella, la producción de las coloridas piñatas que habrían constituido uno de los momentos estelares de los eventos sociales hoy cancelados.
Uno de los tantos negocios afectados es el local familiar de piñatas Paty-Yin, ubicado en la colonia Sagrada Familia, en Guadalajara. Hilda, quien diseña y arma cada uno de los personajes de papel, indicó una disminución de hasta el 90 por ciento en sus ventas.
"Con eso de que cerraron los salones de eventos, las terrazas, el trabajo se redujo casi el 80 o 90 por ciento, yo por ejemplo tuve que meterme de plano nada más en el mayoreo", comentó.
Con tal de sacar ganancias, la comerciante se vio forzada a reducir sus precios en un 30 por ciento, además ofrecer servicio de entrega a domicilio sin costo. Una piñata de entre 150 y 180 pesos, la oferta hoy en 130.
La angustia es mucha, pues del negocio se mantienen ella, su mamá, su esposo y sus dos hijos. "Gracias a Dios el negocio te mantiene y si no hay venta pues de dónde sale, de aquí nos mantenemos cinco, realmente este era el sustento mayor y sí nos afectó [la pandemia]”.
Desde la reactivación económica, las puertas de la piñatería se mantienen acordonadas y con las medidas de sanidad requeridas por las autoridades, sin embargo, de la entrada penden sólo dos pequeñas piñatas que apenas vislumbran la reapertura del lugar.
JMH