Andrea Hernández Ramírez es una de las 24 médicas residentes que laboran en el Hospital de Expansión del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Ella acudió a ofrecer sus servicios de manera voluntaria cuando vio la dimensión de la pandemia y los requerimientos de personal en el sector.
“La emergencia sanitaria requiere de gente comprometida que transmita a la población que hasta la gente sana se puede enfermar de coronavirus. Acepté de forma voluntaria. A mí me dio covid-19 y quizá en ese momento yo no había tomado las medidas necesarias, pero aprendí de la enfermedad.
“Aprendí que, aunque seamos personas sanas o creamos que podamos estar bien ante una situación de pandemia, todos somos susceptibles a enfermarnos”, dijo.
Adscrita a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) 33, Rosario, Hernández Ramírez fue invitada a sumarse a los equipos que atienden la pandemia: “al ver esa necesidad que estaba teniendo tanto el sistema de salud como la población fue como accedí”.
“Estamos actuando lo mejor que podemos para salvar a todos los que podamos. Yo creo que más que héroes, es nuestro deber ver por el bien de la sociedad y ver porque su salud se reestablezca nuevamente”.
De la misma manera, reconoció a sus compañeros que cumplen largas jornadas laborales y se exponen a una enfermedad nueva. “Han tenido que dejar algunas cosas de lado que quizá en su momento eran la prioridad, por la prioridad que actualmente es: la salud de los pacientes”.
Hernández Ramírez aseguró que, desde su punto de vista, esta experiencia es la más grande e importante que puede tener un profesional de la salud.
“Día a día nos enfrentamos a retos en los cuales no solamente aprendemos de esto, sino también nos hemos llevado grandes gratificaciones al atender a este tipo de población”, sostuvo.
Cuando un paciente egresa, abundó, se experimenta felicidad y satisfacción puesto que la mayoría llega en un estado delicado o grave, observar su evolución favorable resulta gratificante, “estamos salvando una vida y también hacemos que estos pacientes se reincorporen a la sociedad y a su vida de familia”.

Hernández Ramírez indicó que al enfrentar la situación de manera sorpresiva y adversa pudo replantearse la necesidad, como médica, de adaptarse a las circunstancias y dar lo mejor de sí misma en cualquier situación.
Explicó que al inicio de su jornada tiene un encuentro con todo el equipo para evaluar la situación de los pacientes del pabellón e identificar los casos graves, se determina su evolución y se define la necesidad de cambios en su tratamiento con el objetivo de que avancen en su estado hacia una mejoría total.
Afirmó que el Seguro Social “es una de las más grandes instituciones de salud a nivel nacional, desde que se empezó esta situación de la pandemia el IMSS ha demostrado que puede atender a los pacientes y gracias a ese interés se creó esta unidad temporal”.
La residente en medicina familiar hizo un llamado a la población para mantener las medidas de prevención y evitar contagios, como el lavado de manos constante, la higiene en el entorno de trabajo y casa; “de esta forma no solamente nos ayudan a nosotros sino también se ayudan ellos mismos, porque el que una persona esté enferma implica un impacto en su vida personal, familiar y laboral”.
LP