La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no sólo continuará combatiendo las corruptelas, sino que ahora contribuirá a fortalecer y armonizar las capacidades de otras agencias reguladoras de la región para mejorar su capacidad de respuesta ante una emergencia sanitaria y garantizar el acceso a medicamentos y vacunas, insumos de manera oportuna.
Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud (Ssa), informó que la pandemia de covid-19 evidenció la necesidad de implementar soluciones para garantizar el abasto de insumos para la salud, pero también para agilizar el camino el cual requiere más cooperación y coordinación internacional.
“En el continente americano, de los 35 países que lo integran sólo ocho tienen agencias reguladoras calificadas como referencia regional por la OPS. ¿Qué hay de los otros 27 países? Las agencias reguladoras nacionales que no poseen un nivel cuatro pueden tardar hasta más de mil días en espera para autorizar nuevos medicamentos. La duración en las autorizaciones de nuevos medicamentos impacta directamente en la salud de la población”.
En la inauguración del simposio internacional La regulación sanitaria en un mundo pos covid-19, abundó que ese número refleja el panorama general de la inequidad en el acceso a los insumos para la salud en el continente y en el mundo.
“La transformación que impulsamos en nuestro regulador, Cofepris, incluye el compromiso de apoyar y fortalecer las capacidades de las agencias reguladoras de la región. Así, en lo que se conoce como reliance no es sólo adoptar las mejores prácticas, sino apoyar a otras naciones a que puedan fortalecer sus sistemas reguladores y de vigilancia sanitaria”.
Explicó en la conmemoración del 20 aniversario de la Cofepris, “en este evento queremos recolectar datos, juntar evidencia y compartir saberes y poder cambiar a partir de ellos. Queremos dar cabida a esas voces con rigor científico y con devoción a la libertad para agitar los debates necesarios rumbo a la equidad en la regulación sanitaria”.
El propósito es vencer los privilegios económicos donde un puñado de corporaciones controlan los mercados globales, para promover el bien colectivo.
Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, reconoció que lo logrado en México en regulación sanitaria es producto de un arduo trabajo de años de la propia comisión federal y las comisiones o direcciones estatales de protección contra riesgos sanitarios.
“Pero hoy debemos tener muy claro que la misión es explícitamente en defensa de lo público. No de intereses particulares o de grupo que, a lo largo de los 20 años recientes, había tenido un lugar preponderante en los actos de autoridad del sistema federal sanitario”.
Se debe seguir estimulando la capacidad técnica, pero también, y de manera muy clara, repetida y persistente el fomentar la integridad y la probidad de todos los que participan en el empeño regulatorio, “esto requiere de una visión social para que podamos entender para quién trabajamos, por qué trabajamos o cómo trabajamos. Sin esta visión social, pueden estar sujetos a la manipulación y pueden privilegiar cotos, espacios, sobre todo intereses que no estén en el sentido de la defensa de lo público”.
La intención de la regulación sanitaria “no solamente es para el desarrollo de nuestras propias capacidades, sino el compartir de forma solidaria nuestras capacidades desarrolladas y adoptadas. Esto nos podrá permitir estimular la generación de un ecosistema regional y mundial de armonización en la capacidad regulatoria que ayude a todas y a cada uno de los pueblos de América, posiblemente del mundo, a tener altos y suficientes estándares de desempeño para proteger, defender y promover el interés público en salud”.
Jarbas Barbosa Da Silva, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), explicó en su mensaje a distancia que el covid-19 dejó claro que la regulación sanitaria es una pieza clave para asegurar el acceso equitativo y oportuno a medicamentos, vacunas y dispositivos eficaces y de calidad.
Indicó que el virus obligó a los sistemas regulatorios a intensificar el diálogo y la buena coordinación internacional para garantizar el acceso de insumos vitales para el manejo de la pandemia.
Y la diplomacia vacunal significó aleccionar a las autoridades obligándolas a innovar para mejorar sus procesos de regularización sanitaria para que la población tuviera acceso a biológicos contra SARS-CoV-2
“Las autoridades de nivel cuatro que tenemos en la región como es el caso de la Cofepris, entre otras, son clave para lograrlo. Si bien durante años se ha buscado la armonización regulatoria por medio de iniciativas internacionales, la epidemia ha mostrado de manera muy clara la ventaja de la utilización de las decisiones de autoridades regulatorias de otras jurisdicciones para fortalecer sistemas regulatorios y aumentar su eficiencia para dar respuesta a las emergencias en salud”.
En este intercambio, las agencias regulatorias comparten sus experiencias de acuerdo con sus propios conocimientos científicos, lo cual es un acto de solidaridad. El establecimiento de principios generales y fundamentales para guiar y fundamentar las decisiones de las autoridades regulatorias de otras regiones.
Soberanía, transparencia, base jurídica y competencia, dijo, son esenciales para la armonización de sistemas regulatorios de otros países, contribuyendo al acceso equitativo a medicamentos que no sólo sean puro, eficaces y de calidad, sino que sean los medicamentos que las personas necesitan para sus problemas de condiciones y salud.
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