Entre porras, aplausos, el canto del himno nacional y el himno de la naval entonado por sus compañeros de estudios; padres, amigos y familiares dieron el último adiós a la joven cadete de la Escuela Naval de Antón Lizardo, América Yamilet Sánchez.
Poco después de las 13 horas el cortejo fúnebre salió de su casa en la colonia Emiliano Zapata de Xalapa, para trasladarse a la iglesia San Pablo Apóstol donde fue oficiada una misa de cuerpo presente de la joven cadete.
Miles de flores blancas adornaron el templo católico, donde el sacerdote manifestó a su familia su solidaridad y pidió resignación.
Al concluir la homilía, el cortejo fúnebre se trasladó al panteón municipal Bosques del Recuerdo de la capital del estado.
Con música de mariachi como México lindo y querido que provocó que su madre Rocio Hernández se quebrara y llorara sobre el ataúd, la chica de 21 años fue sepultada.
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Antes de depositar el ataúd blanco con dorado en la última morada de la cadete que soñó ser ingeniera naval y mejorar las condiciones de vida de ella y su familia, los compañeros cadetes doblaron y entregaron el lábaro patrio a la familia de América.
Rocío Hernández, pidió que la muerte de su hija no quede impune.
“Ella es una guerrera y lo seguirá siendo, les pido como pueblo mexicano que somos todos, ustedes vieron el accidente, que esto no quede impune, ayúdenme a que esto no quede así, porque no fue un accidente, ayúdenme por favor”.
Por su parte Cosme Sánchez, padre de América agradeció el apoyo recibido.
“Quiero que sepan que yo y toda mi familia estamos muy orgullosos de ella y ella está muy orgullosa de todos los que convivieron y vieron en la Heróica Escuela Naval y solamente agradecerle el cariño que le tenemos a todos ustedes en nombre de ella y de toda mi familia, gracias”
