Tres semanas deberán pasar para que los familiares de Érika Victoria Prone Ceniceros, desaparecida en 2012, sepan si el cuerpo ubicado esta semana en la colonia Ampliación La Rosita, es de su hija.
Pese a que el escenario es parecido al de un crimen, las autoridades aún no tienen sospechosos.
La Fiscalía de Personas Desaparecidas en Torreón, llevó a cabo la toma de ADN a familiares de Érika para compararlos con el cuerpo que estaba enterrado en el patio y donde se cree que vivió con otra mujer.
Mediante este proceso, las autoridades investigadoras determinarán si es la joven desaparecida en diciembre de 2012.
Sobre este caso, las autoridades no han señalado una línea de investigación, pese a que grupos de búsqueda mantienen en sus informes que fue en el domicilio de la calle Paseo del Ciclón número 531.
Asimismo, familiares de Érika, desde la aparición de este cuerpo, han externado en redes sociales que ya está confirmada su muerte y se han expresado a favor de que se haga justicia.
Sin embargo, de acuerdo a los datos proporcionados por la Fiscalía, el cuerpo permanecerá en el Servicio Médico Forense hasta en tanto las pruebas den positivo.