El cuerpo sin vida de un hombre fue recuperado del río Bravo, por el personal de Protección Civil y Bomberos de Nuevo Laredo. El hombre que más tarde fue identificado como Adán David, originario del Estado de México, gracias a que portaba algunos documentos oficiales dentro de una bolsa.
El ahora occiso vestía pantalón de mezclilla color azul y chamarra negra, cinturón café, calcetines blancos y se presume era un migrante que al intentar cruzar el río hacia Estados Unidos de manera ilegal, perdió la vida. Al lugar llegaron elementos de la Policía Estatal de Investigación, quienes ordenaron el traslado del cuerpo a una funeraria local para su investigación. Con la recuperación de este cuerpo suman siete personas las que han perdido la vida en el río Bravo.
Migrantes, los más vulnerables ante la pandemia
En la crisis de salud pública por coronavirus, los migrantes son los más expuestos a contagiarse, en parte porque son los que menos acceso tienen a servicios de salud y por el aumento de vigilancia sobre los desplazamientos y movimientos de personas.
Yerko Castro Neira, académico del Departamento en Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana advirtió de un aumento en la arbitrariedad de policías de Estados Unidos, México y Centroamérica, y criticó la falta de un plan binacional entre el gobierno mexicano y estadunidense para atender este tema, dijo en un comunicado.
Esto, debido a que México recibirá a migrantes centroamericanos rechazados por Estados Unidos ante covid-19, como lo informó el mes pasado el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrad, documentó el investigador, después de mencionar que en realidad todo se deja en manos de los albergues, aunque éstos hayan dejado de recibir ayuda federal.
Castro Neira recordó que México está dividido entre las personas que pueden hacer cuarentena y los que no. En ese sentido, comentó que las personas migrantes tienen una mayor situación de vulnerabilidad, porque no tienen un espacio seguro en donde quedarse, pues los albergues que siguen operando no ofrecen garantías para sostener a este sector de la población.
De hecho, precisó, desde hace tiempo está la propuesta de tener albergues estatales y federales, pero por diferentes razones no se ha podido concretar esta idea. Pero un primer paso es que, ante la llegada de migrantes cuya responsabilidad puede caer en los albergues de la sociedad civil y de las iglesias, será necesario entregar recursos, capacitación y talleres.
Alertó que el panorama es complejo ante el aumento de vigilancia sobre los desplazamientos y movimientos de personas y consecuentemente la arbitrariedad de policías de Estados Unidos, México y Centroamérica, y a la fecha, sin plan binacional entre el gobierno mexicano y estadounidense para atender este tema, criticó Castro Neira.
“No existe un trabajo en conjunto para atender a este sector de población ni una estrategia regional. A esto le sumamos que los albergues están en crisis por la falta de ayuda. En realidad, el panorama para los migrantes es crítico y conociendo a las personas que se alojan y duermen en estos espacios es difícil pensar en una medida de cuarentena para ellos”, explicó.
Por la eliminación de apoyos federales y municipales que había para estos refugios, por lo que muchos tendrán la necesidad de cerrar. Incluso, albergues con una trayectoria histórica han dicho que no recibirán a más migrantes porque no tienen lugares para confinar a personas en riesgo.
MMCF