En México, una de cada cinco mujeres ha sido víctima de corrupción en la modalidad de extorsión sexual, un tipo de soborno dirigido “desproporcionadamente” hacia las mujeres para recibir servicios públicos, como educación o atención médica, reveló el Barómetro Global de la Corrupción de 2019, elaborado por Transparencia Internacional.
A nivel de América Latina, México es el país en donde 20 por ciento de las personas que participaron en la encuesta del Barómetro respondieron que habían sido víctimas o conocían a alguna víctima de extorsión sexual y se ubica en una situación similar que Bahamas (24 por ciento), Guatemala (23 por ciento), Guyana (22 por ciento), Perú (20 por ciento) y Brasil (20 por ciento).
Otros países del continente están cerca de la estadística, como Argentina (19 por ciento), Venezuela (19 por ciento), Costa Rica (18 por ciento) y Colombia (16 por ciento).
El reporte asegura que “cuando el sexo es la moneda del soborno, las pruebas apuntan a un sesgo de género que afecta, en especial, a las mujeres”.
Agrega que “algunas mujeres se ven obligadas a prestar favores sexuales a cambio de obtener servicios públicos, incluidas la atención médica y la educación”.
Por primera vez, el Barómetro, publicado en 2019, incluyó información sobre la extorsión sexual o sextorsión, una de las formas más significativas de corrupción basadas en el género.
Por otra parte, en el reporte “Rompiendo el silencio en torno a la extorsión sexual. Los vínculos entre poder, sexo y corrupción”, elaborado en 2020 también por Transparencia Internacional, se aborda el problema a nivel global.
La organización hace una serie de recomendaciones para atacar este fenómeno de corrupción contra las mujeres.
Según este reporte, en el mundo la sextorsión se comete más en los sectores de la migración, la impartición de justicia, la seguridad pública, la educación, así como en campos de refugiados, en el ámbito laboral al interior del gobierno y para acceder a servicios públicos básicos.
Desarrollar una definición y un marco legal sobre la sextorsión que permita adecuar la persecución de los casos, así como integrar el concepto en las políticas anticorrupción y contra la violencia de género, son algunas de las medidas propuestas por el organismo internacional.
Asimismo, aconseja implementar capacitación legal para asegurar que jueces y fiscales sean conscientes de su existencia y sepan cómo perseguirla y castigarla.
Lanzar campañas públicas para concientizar sobre este fenómeno como una forma de corrupción es otra medida que el organismo recomienda.
Este reporte asegura que la sextorsión ocurre en países desarrollados o en vías de desarrollo sin distingo y que afecta tanto a niños como a adultos.
ledz