La joven pareja que murió en la habitación de un motel en la colonia Treviño, eran novios, según indicaron los padres de ellos al reclamar los restos en el Servicio Médico Forense.
En el transcurso de la tarde-noche de ayer el Ministerio Público (MP) autorizó la entrega de los dos cuerpos a los familiares, para que les dieran cristiana sepultura.
Él fue identificado como Eddy Cayetano Acevedo Jiménez, de 26 años de edad, con domicilio en la colonia Rubén Jaramillo, y quien laboraba como chofer en una conocida empresa transportista.
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Por su parte, ella se llamaba Verónica Patricia Flores Rodríguez, de 25 años, quien habitaba en la colonia Obrerista. Las autoridades no precisaron cuáles eran sus actividades.
Con respecto a las causas de muerte, trascendió que el caso quedó pendiente de estudios de Patología, aunque se presume que fue la inhalación prolongada de monóxido de carbono lo que originó los fallecimientos.
Una fuente policiaca señaló que, a decir de los padres de ambos jóvenes, ellos mantenían un noviazgo formal dese hacía varios meses, aunque no sabían si tenían planes de matrimonio o de vivir en unión libre.
Se espera que hoy den inicio, por separado, los servicios funerarios, en los que sus seres queridos, amigos y conocidos, les darán el último adiós a Eddy y Verónica.
Los novios fueron hallados sin vida alrededor de las 16:00 horas del domingo en la habitación 116 del negocio denominado 'Grand Motel', que se ubica en la calle Guerrero casi esquina con Guadalupe Victoria, en la colonia Treviño, en Monterrey.
Ellos ingresaron al motel a las 11:30 horas, según declaró la encargada ante las autoridades policiacas.
A las 15:30 les marcó por teléfono para indicarles que el tiempo de hospedaje había concluido, pero al no obtener respuesta decidió acudir al cuarto, alrededor de 15 minutos después.
Al llegar a la habitación la empleada se dio cuenta de que en el garaje estaba encendida una camioneta Chevrolet pick up.
Creyó que los clientes estaban por retirarse, pero al cabo de unos minutos se dirigió a la puerta y estuvo tocando, sin que nadie saliera.
Bajo esas circunstancias la encargada se comunicó al 911 para que enviaran una patrulla, pues supuso que algo malo había ocurrido.
Y así fue. A su llegada y con la autorización de la administradora, oficiales de Policía y socorristas de la Cruz Roja ingresaron al cuarto, y encontraron ya sin signos vitales a los dos jóvenes.
Instantes después, agentes ministeriales y peritos estatales iniciaron las indagatorias, sin que les detectaran a los cadáveres ningún tipo de violencia.