La empresa Pay Diamond que se dedica a la venta de paquetes de diamantes fue denunciada ante la Fiscalía General de la República por un presunto fraude contra más de un centenar de mexicanos, delito que según el denunciante podría afectar a más 20 mil a nivel mundial por un monto de 300 millones de dólares, ya que existen denuncias en otros países.
La denuncia fue presentada por el penalista José Antonio Machado, quien señaló que los dirigentes de esta compañía ofrecían paquetes de diamantes con un costo que oscilaba entre los 200 y los 36 mil dólares, prometiéndole a los inversionistas un rendimiento del 5 por ciento semanal sobre su inversión, lo que atrajo el interés de muchas personas.
Dijo que a los asociados les hacían ver que el verdadero negocio consistía en hacer su propia red de inversionistas, invitando a familiares o conocidos, es decir, era un negocio fraudulento conocido como pirámide.
Explicó que los supuestos líderes de la empresa organizaban reuniones en salones de eventos o domicilios particulares de algunos interesados, donde les daban a conocer el negocio.
El denunciante manifestó que a los inversionistas que adquirían uno o varios paquetes de diamantes les prometían que al pasar las 25 semanas tendrían el retorno de su inversión mediante un bono del 5 por ciento semanal y, transcurrido ese tiempo, podrían elegir entre recibir sus diamantes o que la empresa los vendiera, recibiendo a cambio otras 25 semanas del citado bono.
Los denunciados ante la FGR e identificados como líderes son Gilberto Arellano Amador, Luis Cervantes, María Soto, Frank Valencia, Francisco Morales Aceves, Juan Ibarra Chávez, José Orozco, Myriam Elizabeth Vázquez Licea, Pedro Enrique Rodríguez Ramos, el colombiano Julián Andrés López, y los brasileños Carlos César Luiz, Felipe Campos Wenceslao, Neval Casagrande Batista y Rodrigo Souza Kagaochi.
Antonio Machado señaló que los presuntos defraudadores para generar confianza entre la gente, presentaban documentos que “acreditaban” que la empresa contaba con los permisos correspondientes para la explotación de una mina de su propiedad en Mozambique y la supuesta constitución de Pay Diamond en Hong Kong, argumentando que se constituyó ahí por ser un paraíso fiscal.
bgpa