Once años después de que se presumiera como un defensor de su tierra michoacana; Juan José Farías Álvarez, El Abuelo , ha sido señalado por Washington como uno de los mayores líderes criminales de México.
A este líder criminal se le ha puesto una recompensa de hasta 10 millones de dólares por su cabeza, para enjuiciarlos por diversos crímenes, entre ellos tráfico de fentanilo.

¿Qué se sabe de El Abuelo Farías?
Originario, y protegido, del pueblo de Tepalcatepec, en Tierra Caliente, Michoacán, en la segunda década de los dos mil, Farias se volvió uno de los rostros del levantamiento armado de pobladores del estado que querían frenar la incursión de organizaciones criminales, como Los Caballeros Templarios y después el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En 2014, el entonces comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán del gobierno federal, Alfredo Castillo, se reunió con varios líderes de autodefensas para diseñar una estrategia que evitara que el polvorín en que se había convertido el estado terminara por estallar. En una de ellas (febrero de ese año), en Tepalcatepec, estaba El Abuelo.
Castillo aseguró que nunca había oído de él, que no lo conocía y mucho menos lo reconocía, pero inteligencia mexicana ya lo vinculaba desde entonces con el crimen organizado, aunque de forma paralela, Farías se llamaba a sí mismo un líder de autodefensas.
“Eres culpable hasta que se demuestre lo contrario, aquí en México desgraciadamente así es. Primero te detienen y luego te investigan”, dijo Farías en una inusual entrevista concedida al diario español El País, cuando relataba como fue arrestado en 2009 por vínculos con el narcotráfico, aunque después fue liberado.
El Abuelo traficaba droga a EU
Para entonces, el hombre ya era identificado por el gobierno federal como un presunto criminal vinculado con el Cártel de Los Valencia, una red criminal familiar originaria de Aguililla, Michoacán, que se dedicó al trasiego de metanfetamina y cocaína a Estados Unidos.
Posteriormente, de dicho cártel se desprendieron liderazgos que formaron a Los Cuinis y a su red aliada, el CJNG. Después, a Farías se le reconoció por dirigir al Cártel de Tepalcatepec o el Cártel del Abuelo.
Estados Unidos actualmente pone a la cabeza del organigrama de Cárteles Unidos a Farías Álvarez. Su red —aseguran Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI)—: “sirve como una organización paraguas para varios cárteles más pequeños que trabajan juntos para adquirir, producir y distribuir drogas ilegales como la metanfetamina, el fentanilo y la cocaína. Cárteles Unidos trabaja en conjunto para exportar esas drogas ilegales de Michoacán a los Estados Unidos”.
Si bien primero combatió la llegada de los extintos Caballeros Templarios, la guerra no ha terminado, y sus enemigos se han multiplicado; HSI asegura que El Abuelo Farías comandó una batalla por plazas como la de Tepalcatepec contra Los Viagras, recientemente aliados con el CJNG.
Pero, al mismo tiempo, la influencia de Farías ha logrado cruzar el Río Bravo. Al menos desde 2019 se encontraron huellas de su operación en Knoxville, Tennessee, la cual involucraba fentanilo, una de las drogas que más preocupa a Estados Unidos.
“Una investigación de un accidente de auto local, que permitió la recuperación de una importante cantidad de metanfetamina llevó después a la ejecución de una orden de búsqueda en Atlanta, Georgia, que resultó en un aseguramiento mucho más grande de metanfetamina, además de fentanilo y heroína”, asegura HSI.
La agencia rastreó las drogas hasta Michoacán, a la red de El Abuelo. Por ello, Estados Unidos lo acusó junto a tres de sus operadores, por tráfico de drogas y posesión de armas a inicios de 2023.
Su organización forma parte del exclusivo grupo de cárteles, como el de Jalisco y el de Sinaloa, designados por el presidente Donald Trump como organizaciones terroristas extranjeras.
El hombre, que juró defender a su pueblo y que alguna vez negó pertenecer a un cártel, ahora está bajo amenaza, pues si es arrestado, extraditado y encontrado culpable, podría pasar el resto de su vida tras las rejas, en una prisión estadunidense.
RM