Una juez federal desechó por notoriamente improcedente cuatro demandas de amparo de personas que buscan obtener su libertad para no ver afectada su salud ante la pandemia por covid-19, entre ellas un integrante del cártel del Golfo, quien intentó fugarse de una casa de arraigo de la extinta PGR, y otro a quien se señaló de provocar la muerte de manera indirecta de la actriz Mariana Levy.
Todos los quejosos reclamaron la omisión de las autoridades de dar trámite a sus peticiones de libertad ante la contingencia sanitaria que enfrenta el país. Yazmín Eréndira Ruiz Ruiz, juez Décimo Sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, resolvió desechar las demandas de garantías porque carecen de firma electrónica y autógrafa.
La juzgadora indicó que todo escrito presentado debe ser firmado por su autor o autores, sobre todo el de demanda que da origen al juicio, constituyendo esto un requisito esencial por ser la expresión de la voluntad del quejoso.
Las personas encarceladas que promovieron los amparos son: Manuel Aran Ramos, Sergio Bonifacio Molina Cabrera, Moisés Escutia Montelongo y Mariano Santoyo Hernández.
Manuel Aran fue señalado de formar parte del cártel del Golfo y se vio involucrado en un incidente en una casa de seguridad de la PGR en la colonia Ampliación del Pedregal de San Ángel, donde resultó herido tras la balacera que se suscitó por la fuga del narcotraficante Julio César Gastón Gómez, integrante de la misma organización criminal, acción que dejó a dos elementos de la Agencia de Investigación Criminal heridos en marzo de 2002.
Por su parte, Sergio Bonifacio fue detenido por policías de Investigación en 2013, por el delito de robo a casa habitación. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal descubrió que fue uno de los asaltantes que participó en el robo a un automovilista y que de manera indirecta causó, por la impresión, la muerte de Mariana Levy, hija de Talina Fernández, quien se encontraba en otro vehículo en calles de la colonia Lomas de Chapultepec, el 29 de abril de 2005.
A su vez, Moisés Escutia fue acusado de formar parte de la banda de secuestradores Los Gatos, integrada por dos policías de Investigación y dos internos de la penitenciaría de Santa Martha Acatitla.
En tanto, Mariano Santoyo, sentenciado por secuestro, se hizo popular porque donó un riñón a su hijo para salvarle la vida. En 2014, se acercó al subsecretario de Sistema Penitenciario, Hazael Ruiz, para pedir su ayuda y el funcionario ordenó hacer las gestiones que concluyeron con un trasplante exitoso en el Hospital de Especialidades “Dr. Bernardo Sepúlveda Gutiérrez” del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano de Seguridad Social.
irh