Policía

¿Dónde está Jorge?: la angustia tras la explosión en El Álamo

La empresa donde laboraba se comunicó con María al día siguiente del incidente.

Cada tarde, entre las cinco y las seis, María Guadalupe Ibarra esperaba una llamada. A veces eran pocas palabras, otras veces una broma o un “ya voy saliendo”, pero siempre era Jorge Octavio al otro lado de la línea. Esa rutina cotidiana se rompió el lunes 29 de abril, cuando su teléfono sonó a la hora de siempre… pero no era él. Era un compañero de trabajo de Jorge.

“No te asustes —le dijo—, pero hubo una explosión en la empresa y no lo vimos salir”.


Esa frase, que intentaba tranquilizar, fue el inicio de una angustia que ya lleva más de una semana. Jorge Octavio Rivera, de 32 años, trabajador de una fábrica de aerosoles en el parque industrial El Álamo, continúa desaparecido tras el incendio y explosión ocurridos ese día.

La mañana del siniestro fue como cualquier otra. Jorge salió rumbo al trabajo desde Tlajomulco de Zúñiga, donde vivía con María desde hacía cinco años. Él era originario de Sinaloa, y había llegado a Jalisco buscando nuevas oportunidades. Pasó de un empleo a otro hasta que un amigo le recomendó la planta de aerosoles. Ahí fue contratado como montacarguista. Con el tiempo, también apoyaba en las líneas de producción cuando se requería.

“Era muy responsable. Nunca faltaba. En el trabajo se entregaba, y en la casa también”, dice María. “Era serio, pero sabía hacernos reír. Disfrutaba los momentos simples, y nos hacía sentir en paz”.

Esa paz terminó con la llamada. María trató de comunicarse con él, como cada día. “Yo le marqué entre cuatro y media y cinco. Me mandaba directo al buzón”, recuerda. Más tarde, el compañero que la alertó le mencionó que Jorge había dejado su teléfono cargando, por lo que probablemente no lo llevaba consigo en el momento de la explosión.

Una espera que no termina

Desde ese día, la familia ha seguido el protocolo para personas desaparecidas. Se presentó la denuncia, se entregaron documentos y María accedió a realizar pruebas de ADN, confiando en que cualquier información le sería notificada de inmediato. Hasta ahora, no ha habido respuesta. Jorge sigue sin aparecer en las listas de hospitalizados, ni entre los seis fallecidos identificados oficialmente por las autoridades.

La espera no se detiene con el paso de los días. María apenas duerme. Revisa su teléfono con ansiedad y camina por su casa sin rumbo fijo, como si en alguna esquina fuera a escuchar la voz que falta. Cada sonido inesperado, cada llamada desconocida, se convierte en una posibilidad de noticia. Pero el silencio sigue siendo la constante. “Es como estar viva por fuera, pero apagada por dentro”, confiesa.

Incendio en fábrica de aerosoles en Tlaquepaque, Jalisco
Un fábrica de aerosoles fue una de las afectadas (Protección Civil)


El caso de Jorge no es el único. El incendio dejó un saldo trágico: seis personas fallecidas —entre ellas José de Jesús G., Gloria S., Janeth Berenice, Juan Pablo y Gaudencio— además de múltiples lesionados. Personal forense continúa trabajando en el sitio con especialistas en identificación, entre restos calcinados, estructuras colapsadas y escombros.

María pide respuestas, no culpables ni dinero

La empresa donde laboraba Jorge se comunicó con María al día siguiente del incidente. Le ofrecieron apoyo, recursos, acompañamiento. Pero ella solo pidió una cosa: saber qué pasó.

“Mi interés aquí, antes que todo, es saber dónde está. Es una incertidumbre que no me deja en paz. Hoy se cumplen ocho días desde que lo vi por última vez”, dice entre lágrimas. “Lo único que quiero es que me lo entreguen. No quiero dinero. No quiero culpables. Quiero respuestas”.

María habla con voz serena, pero quebrada. Lo hace desde la espera, desde la herida abierta. Habla para que no se olvide que aún falta alguien. Para que se sepa que detrás de cada cifra, hay un rostro. Detrás de cada nombre, una vida. Y detrás de la ausencia de Jorge, el amor de una mujer que solo quiere volver a verlo… o al menos, saber la verdad.

Mientras tanto, la búsqueda continúa. El silencio duele más que cualquier diagnóstico

SRN


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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