Hoy estamos en medio de una encrucijada histórica; no tenemos certeza de quién será el gobernador de Nuevo León, y no porque nadie quiera o porque nadie pueda, sino porque todo dependerá de la interpretación jurídica de la Constitución. Ahora, dicho sin adornos, todo está colgado de “a ver quién puede más”.
Este domingo se irá Samuel García a buscar un lugar en la boleta por la Presidencia de la República. Desde que lo anunció, insiste en que Javier Navarro será su interino, pero el Congreso designó a Arturo Salinas y ya hasta le tomó protesta.
La pregunta que da título a este artículo está en el aire, porque hasta ahora sigue la pugna por ocupar esa silla durante los 6 meses siguientes, y si no queda claro, en el primer minuto del 2 de diciembre podría haber un momento incómodo y hasta peligroso, con un secretario ocupando la oficina y un designado por el Congreso, queriendo entrar por la fuerza.
Navarro dice que la designación del gobernador interino le corresponde realmente a quien representa los votos que lo llevaron a ser el gobernador.
Salinas dice que el único que debe designar al interino es el Congreso, como lo dice el Artículo 122, y que lo único que tiene que tomar en cuenta para designar al que se quedará es que sea ciudadano. Por eso asegura que en este momento no es magistrado, porque pidió licencia como presidente del Tribunal.
Navarro dice que Salinas es inelegible, porque el Artículo 49 de la Constitución federal, el 62 de la Constitución local establecen que no puedes poner a una sola persona al frente de dos Poderes.
Salinas argumenta que ese impedimento al que hacen referencia no es aplicable por la sencilla razón de que no está compitiendo para ser gobernador, ni se trata de una elección para cualquier cargo público, sino que el Congreso en uso de sus facultades lo designó y él aceptó.
Navarro abre la puerta al decir: “Si fuera un candidato que no tenga esa situación de mantener dos puestos en uno, no importa que sea militante de un partido, no nos opondríamos”.
Se lo pregunté al secretario el domingo. El 2 de diciembre, la oficina del gobernador del Estado va a estar ocupada por Javier Navarro. ¿Puede llegar Arturo Salinas a decir, yo soy a partir de hoy el gobernador interino?
Respondió que puede darse el caso, pero le recomienda que no lo haga. Habrá que esperar cómo se define este embrollo y tal vez preparar las palomitas.