A poco más de 100 días del regreso de Donald Trump al poder, el balance no es positivo, pero tampoco raya en la fatalidad.
Al menos así lo expresan diferentes voces autorizadas, que incluso señalan ejemplos o indicios de que no todo es oscuro en el panorama.
Es innegable que su política comercial vuelve a sacudir el panorama global una y otra vez, porque Estados Unidos ha elevado su promedio arancelario a niveles no vistos en los últimos 80 años, utilizando estos impuestos como arma de negociación con países como China y, de forma indirecta, con México. El domingo en Cambios platiqué con Jorge Guajardo, ex embajador de México en China, quien advierte que el impacto para nuestro país es inevitable. Para el ex diplomático, con el 85 por ciento de nuestras exportaciones dirigidas al mercado estadunidense, cualquier modificación en sus reglas comerciales repercute directamente en nuestra economía. Aunque la actividad productiva mexicana continúa, varios sectores ya reportan desaceleraciones ligadas a la incertidumbre arancelaria.
Sin embargo, el escenario no es del todo adverso, agrega Guajardo, quien visualiza una posible nueva ola de inversión basada en el nearshoring.
Este modelo tan mencionado podría reactivarse si el país se coloca como una alternativa viable frente al encarecimiento de las importaciones chinas.
La reciente reunión de ejecutivos de grandes cadenas como Walmart, Target y Home Depot con Trump evidencia que la presión interna comienza a hacer efecto. Ese factor, explicó Guajardo en la entrevista, es otra luz en el camino.
También lo es el hecho de que el presidente ofreció reducir temporalmente los aranceles, otorgando un plazo de cinco años para diversificar la proveeduría. Ese margen representa una oportunidad para México si se sabe aprovechar.
Así transitan las cosas en este destino aún difícil de pronosticar, con un personaje radicalizado y con la retórica que nos obliga a diario a recurrir a fuentes autorizadas.
Quienes no somos expertos, tenemos como opción informarnos bien.
Mientras nos queda comprender que formamos parte de una economía y somos un eslabón decisivo; tanto que tomar decisiones en nuestra esfera puede augurarnos mejores situaciones cuando pase el temporal. Esperemos.
