En las últimas semanas hemos vivido buenos tiempos en cuanto a la calidad del aire que respiramos en nuestra Área Metropolitana.
Buena noticia sin duda, guiándonos por los resultados del Sinaica, la fuente oficial que nos informa a diario de lo que miden nuestras tecnologías.
Pero poco podremos avanzar mientras tengamos más preguntas que respuestas, tanto nosotros los ciudadanos como las mismas autoridades encargadas de esta crisis heredada por la inacción del pasado.
Por principio de cuentas, el secretario de Medio Ambiente expresó hace días que una tarea que comenzaron es mejorar el desempeño de las estaciones de monitoreo.
La verdad es que no se ha platicado ni ahora ni antes de esta administración de cuál es el nivel de certidumbre que guardan estos equipos.
Por ejemplo, ¿qué área efectiva monitorean y con qué grado de certeza se cuenta? En realidad, hay algo más que medir para resolver el problema y mejorar la calidad del aire.
Al día de hoy no existe una estrategia clara que defina un porcentaje de reducción efectiva sobre los contaminantes criterio, como las partículas PM10 y PM2.5, además del azufre o el nitrógeno.
Incluso habría que ver si estos contaminantes criterio siguen siendo los enemigos principales.
La buena noticia es que se está haciendo un trabajo profesional por parte del grupo de expertos de la UNAM asignado por el Gobierno federal para hacer un nuevo inventario de emisiones que estará listo en unos meses.
Es evidente que si estamos mal es porque tenemos años recopilando datos, y sin ninguna estrategia tangible en materia de reducción y transferencia de contaminantes.
Algunas de las fuentes desafortunadamente no son atacables por las autoridades locales, esa es una desventaja.
Sin embargo, aunque parece que de pronto se apuesta a la confusión, las pedreras y su operación sí están en la esfera local, cuando se trata por ejemplo de la extracción de piedra caliza.
También es cierto que el problema creció tanto que ya nos rebasó a todos.
Así como somos parte del problema, somos parte de la solución, pero no podremos si partimos de improvisaciones y malos datos.
Hay que hacer algo todos.